Un impresionante varamiento masivo de sardinas ha sumergido al pueblo costero de Matsumae, ubicado en la isla japonesa de Hokkaido, en una profunda preocupación.
La escena impactante muestra casi 900 metros de playa cubierta por miles de ejemplares del pescado muerto, un espectáculo que genera inquietud entre los residentes y autoridades locales.
Las bajas temperaturas han mitigado temporalmente el mal olor proveniente de la descomposición del pescado, pero la falta de solución a corto plazo para la eliminación masiva de las sardinas preocupa a la población.
El olor aún no es malo porque las temperaturas son bajas, pero espero que se deshagan de ellos pronto, afirma una habitante del lugar en declaraciones recogidas por medios locales, reflejando el palpable temor por las consecuencias sanitarias que podrían surgir si las sardinas se descomponen sin control.
La magnitud del varamiento ha sobrepasado la capacidad inmediata de las autoridades municipales para su gestión, agravada por la época festiva del Año Nuevo que dificulta la contratación de empresas especializadas en la eliminación de residuos pesqueros.
Mientras tanto, expertos del Instituto de Investigación Pesquera de Hakodate, adscrito a la Organización de Investigación de Hokkaido, apuntan a una posible causa para este fenómeno: un descenso repentino de la temperatura del agua que habría obligado a las sardinas a acercarse a la costa.
Se cree que el descenso de la temperatura alteró su capacidad de navegación y orientación, provocando su desplazamiento hacia la orilla.
Matsumae no es ajena a este tipo de eventos.En diciembre de 2021, la ciudad enfrentó un varamiento similar que involucró 24 toneladas de sardinas.
Este nuevo incidente recalca la fragilidad del ecosistema marino y la creciente vulnerabilidad de las poblaciones costeras ante fenómenos climáticos extremos.