Un 2024 difícil para Sánchez: entre derrotas electorales, crisis con Ribera y soledad en temas como la inmigración.
El año 2024 ha sido un periodo complejo para el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a pesar de su sólida posición en la Unión Europea (UE).
Si bien se mantiene como uno de los líderes socialdemócratas más sólidos del bloque europeo, superando a Olaf Scholz en Alemania y a otros mandatarios como los de Dinamarca y Malta, no ha logrado obtener las mismas victorias políticas que en años anteriores.
La derrota electoral del 9 de julio, con el Partido Popular (PP) obteniendo mayor número de escaños en las elecciones europeas, representa un golpe significativo para Sánchez y su partido, el PSOE. A pesar de mantener el liderazgo del grupo político en el Parlamento Europeo, la victoria del PP ha marcado una señal de descontento ciudadano respecto a la gestión del Gobierno.
La crisis suscitada por Teresa Ribera, ex vicepresidenta del Gobierno y candidata a Comisaria Europea, también ha generado dificultades para Sánchez.
El PP presionó para que Ribera no ocupara un puesto clave en la nueva Comisión Europea, argumentando su mala gestión durante la DANA de 2023.
Si bien Ribera finalmente logró su posición dentro de la Comisión, el episodio puso de manifiesto las dificultades del Gobierno para gestionar las relaciones con la oposición y proyectar una imagen sólida ante Europa.
En temas como la situación en Palestina y la cuestión migratoria, Sánchez se presenta como un líder solitario, defendiendo posiciones que no han encontrado amplio apoyo en la UE. La propuesta italiana de crear centros de detención para migrantes fuera de la Unión Europea ha sido respaldada por un grupo de países, mientras que España, junto con Bélgica, se mantiene firmemente opuesta a este modelo.
Para Sánchez, la clave reside en mantener una visión estratégica a largo plazo, considerando el reto demográfico y los desafíos económicos que enfrenta Europa.
En su opinión, la migración bien gestionada representa una oportunidad para el crecimiento y el desarrollo del continente, un argumento que busca contrarrestar las posturas más restrictivas que se están planteando en algunos países.
El Gobierno español enfrenta retos considerables en un contexto europeo cada vez más complejo.La capacidad de Sánchez para liderar la agenda política y construir alianzas estratégicas será determinante para el éxito de su gestión y la proyección de España como actor relevante en la escena internacional.