El pasado martes, Rusia elevó la tensión global al aprobar un decreto que amplía las condiciones bajo las cuales puede utilizarse su arsenal nuclear.

Este movimiento, liderado por el presidente Vladimir Putin, se produce después de que Estados Unidos autorizara a Ucrania a utilizar misiles de largo alcance contra objetivos rusos.

El decreto señala que el lanzamiento de misiles balísticos contra territorio ruso constituiría una justificación para el uso de armas nucleares.

Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, declaró que era necesario adaptar nuestros fundamentos en respuesta a lo que Putin percibe como amenazas occidentales a la seguridad nacional rusa.

Esta escalada nuclear se produce tras las advertencias de Putin emitidas en septiembre pasado, donde amenazó con utilizar armas nucleares en caso de ataques aéreos masivos contra Rusia o si un país sin armas nucleares, como Ucrania, pero respaldado por una potencia nuclear como Estados Unidos, atacara a Rusia.

La decisión de Putin se percibe como una respuesta directa a la autorización estadounidense para que Ucrania utilice misiles de largo alcance contra las fuerzas rusas en el conflicto.

La situación ha generado preocupación internacional y ha eclipsado la cumbre del G20.Diversos líderes mundiales han expresado su inquietud por las declaraciones y acciones de Putin, mientras que expertos analizan el riesgo de un enfrentamiento nuclear como una posibilidad real.

La escalada de tensiones nucleares representa un grave peligro para la estabilidad mundial.El mundo espera con ansias una respuesta pacífica y constructiva de las partes involucradas para evitar un escenario catastrófico.