El reciente atentado en Magdeburgo, Alemania, donde cinco personas perdieron la vida tras ser atropelladas por un vehículo en un mercadillo navideño, ha reavivado el debate sobre la taqiyya, una práctica islámica que permite a los creyentes ocultar su fe cuando se ven amenazados.
El sospechoso del atentado, Taleb Jawad AlAbdulmohsen, un médico saudí de 50 años detenido por las autoridades alemanas, habría utilizado este concepto religioso para integrarse en la sociedad alemana y preparar el ataque.
AlAbdulmohsen ya había sido identificado como un posible peligro en 2017 por los servicios secretos saudíes, quienes alertaron a sus homólogos alemanes sobre su potencial radicalización.
Previamente, en 2013, amenazó con atacar el Colegio de Médicos de Mecklenburgo-Pomerania, mencionando el atentado de Boston como inspiración para una acción internacional.
Su solicitud de asilo político en Alemania, argumentada por temor a represalias por haber abandonado el Islam, parece ahora ser una estratagema para obtener acceso al país y ejecutar su plan terrorista.
Este caso ha puesto en el centro del debate la taqiyya, un término árabe que significa protegerse pero también puede traducirse como engaño, disimulo o autoprotección.
La práctica se basa en el concepto de que un creyente puede ocultar su fe cuando su vida está en peligro.
Algunos expertos argumentan que la taqiyya es una justificación para mentir, permitiéndo a los musulmanes negar sus creencias ante acoso o persecución.
El Corán menciona la necesidad de ser prudente y temer a Dios, explica un experto en derecho islámico.
La taqiyya se puede interpretar como la aplicación de esta precaución en situaciones extremas.
otros eruditos refutan esta interpretación, argumentando que el Islam prohíbe la mentira deliberada.
La taqiyya es una práctica minoritaria dentro del Islam y es vista con desconfianza por muchos musulmanes, afirma un teólogo sunita.
Es importante distinguir entre la necesidad de protegerse y la justificación para mentir.
El caso de AlAbdulmohsen ha generado controversia en Alemania y el mundo, destacando la complejidad del debate sobre la taqiyya y sus implicaciones en la lucha contra el terrorismo.
Si bien algunos argumentan que esta práctica puede ser utilizada por grupos terroristas para ocultar sus planes, otros insisten en que es una estrategia de autoprotección que no debe confundirse con la violencia.