El Museo Nacional de Arqueología Subacuática de Cartagena alberga un tesoro que va mucho más allá del brillo del oro.

La arqueología subacuática, a menudo eclipsada por su hermana terrestre, se alza como una disciplina fascinante que desvela historias olvidadas y revela la riqueza cultural sumergida.

Eva van den Berg, autora especializada en el tema, resalta: Una cuchara, un fragmento de madera o incluso una pequeña petaca personalizada pueden ser tan valiosas históricamente como cualquier lingote de oro.

Este enfoque se refleja en las piezas exhibidas en el museo, donde objetos cotidianos recuperados de naufragios ofrecen una ventana al pasado, revelando aspectos de la vida cotidiana y las relaciones comerciales de siglos atrás.

La investigación subacuática, sin embargo, enfrenta desafíos únicos debido a las dificultades técnicas inherentes al medio acuático.

El prejuicio persistente de que solo los tesoros materiales merecen atención también representa un obstáculo.

Es en este contexto donde proyectos como el dedicado a la exploración del Amazonas cobran especial relevancia.

El Amazonas, en palabras de van den Berg, es un río-pecio, un ecosistema complejo que guarda secretos y maravillas por descubrir.

Este proyecto multiplataforma, que se extenderá durante los próximos tres meses, busca explorar no solo la fauna diversa del Amazonas, sino también las comunidades que interactúan con él y el delicado equilibrio de sus ecosistemas.

La analogía entre el naufragio subacuático y el río amazónico invita a un análisis profundo: ambos revelan historias ocultas, tesoros valiosos y una conexión intrínseca con el pasado.