Un reciente estudio publicado en la revista Science ha desatado la alarma por un preocupante aumento de casos de cáncer colorrectal en adultos más jóvenes, una tendencia que desafía las estadísticas tradicionales y plantea interrogantes sobre los factores subyacentes.

La investigación revela un incremento significativo en el número de diagnósticos en personas menores de 50 años, acompañado de una mayor incidencia de enfermedad avanzada, lo cual tiene graves consecuencias para la supervivencia a largo plazo.

Las tasas de supervivencia alcanzan el 90% cuando se detecta a tiempo, afirma Rebecca Siegel, autora principal del estudio y directora científica senior de investigación de vigilancia del cáncer en la Sociedad Americana del Cáncer.

Este aumento en casos tempranos sugiere que las pruebas de detección no están llegando a los grupos más vulnerables.

Este hallazgo ha llevado al Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de Estados Unidos a recomendar cambios en las pautas de cribado, sugiriendo comenzar las pruebas a los 45 años en lugar de los 50.

Es importante destacar que aquellos con factores de riesgo, como antecedentes familiares de la enfermedad, podrían necesitar empezar incluso antes, recalca Siegel, quien señala que casi un tercio de los cánceres colorrectales están asociados con este tipo de historia familiar.

A pesar del cambio en las recomendaciones, expertos como Chan y Giannakis expresan preocupación por la necesidad de comprender mejor las causas detrás de esta tendencia.

Necesitamos investigar qué estrategias podemos implementar para frenar este aumento, afirma Chan, quien subraya la complejidad del problema: Las puntuaciones de riesgo genético pueden ser útiles, pero podrían ser más precisas si tuvieran en cuenta la interacción con factores ambientales.

La investigación apunta a varios posibles culpables, desde el consumo excesivo de bebidas azucaradas y carnes rojas hasta el uso de antibióticos y la exposición a toxinas ambientales.

Se destaca también la importancia del microbioma intestinal, la comunidad de bacterias que habitan el sistema digestivo humano, y su posible relación con la aparición temprana del cáncer.

Mark A. Lewis, director de oncología gastrointestinal de Intermountain Health, señala que el uso de antibióticos en la infancia y la edad adulta temprana podría estar explicando, al menos en parte, esta tendencia, según un estudio británico realizado en 2019.

Las disparidades raciales y étnicas también son una preocupación importante.Los nativos de Alaska presentan las tasas más altas de cáncer colorrectal del mundo, con casos que se duplican respecto a los blancos y muertes casi cuatro veces mayores.

En contraste, las tasas de supervivencia para el cáncer rectal metastásico en pacientes negros se mantienen estancadas en un 22%, probablemente debido a un menor acceso a tratamientos avanzados.

Las disparidades geográficas también son notables, explica Siegel.Los casos y la mortalidad son más bajos en el Oeste y más altos en las zonas rurales del país.

La pobreza, la falta de acceso a atención médica y los hábitos alimenticios deficientes se señalan como factores que contribuyen a estas diferencias.

Para abordar este problema multifacético, expertos como Reid Ness enfatizan la necesidad de concienciar sobre los síntomas, fomentar el cribado universal y asegurar un acceso equitativo a la atención médica.

Hasta que en Estados Unidos no nos comprometamos con una asistencia sanitaria básica universalmente disponible, seguiremos viendo disparidades en los resultados, concluye Ness.