Un escalofriante crimen ha sacudido a la ciudad de Nueva York.Una mujer fue encontrada muerta envuelta en llamas dentro de un vagón del metro, víctima de un ataque incendiario deliberado por parte de un hombre que fue posteriormente detenido por las autoridades.
Este horrendo suceso ha conmocionado a la comunidad y ha generado una ola de indignación y preocupación por la seguridad pública.
Es uno de los crímenes más depravados que una persona puede cometer, declaró Jessica Tisch, jefa de la policía de Nueva York, expresando la gravedad del crimen.
El ataque ocurrió alrededor de las 7:30 de la mañana en un vagón de la línea F, cuando la víctima, aún sin ser identificada, se encontraba sentada en el interior.
Según la policía, el sospechoso, un hombre hispano originario de Guatemala sin antecedentes criminales previos en Nueva York, le prendió fuego a su ropa antes de retirarse del vagón y observar desde la estación cómo la mujer moría envuelta en llamas.
La rápida actuación de los agentes de tránsito, quienes recibieron información anónima de tres estudiantes que habían reconocido al sospechoso a través de las imágenes difundidas por el NYPD, permitió detener al presunto responsable horas después en una estación cercana.
Se encontró con la misma ropa que se le atribuye al crimen.
Utilizó lo que creemos era un mechero para encender la ropa de la víctima, que quedó envuelta en llamas en cuestión de segundos, explicó Tisch durante una rueda de prensa.
Joe Gulotta, jefe de tránsito de la policía neoyorquina, agregó que el sospechoso permaneció observando desde un banco cercano mientras los agentes de patrulla intentaban extinguir las llamas, lo que da cuenta del cinismo y crueldad del acto.
El Gobierno de Guatemala está monitoreando el caso y espera una comunicación oficial de las autoridades estadounidenses para conocer más detalles sobre la situación.
The Gothamist, un medio local, reveló que la dirección proporcionada por el sospechoso a la policía coincide con un centro de tratamiento de adicciones en Brooklyn, lo que podría arrojar luz sobre posibles motivaciones detrás del ataque.
Se sabe que el sospechoso ingresó ilegalmente a Estados Unidos a través de Arizona y fue deportado en 2018, pero logró volver al país en una fecha desconocida, según fuentes migratorias.
Los investigadores creen que la víctima no conocía al agresor y que el móvil del ataque aún se desconoce.
Este brutal incidente ha desatado un debate sobre la seguridad pública en Nueva York y la necesidad de abordar las causas subyacentes que llevan a este tipo de actos violentos.
La tragedia también ha generado una profunda tristeza y consternación en la ciudad, recordándonos la fragilidad de la vida humana y la importancia de trabajar juntos para construir una sociedad más justa y segura.