La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, rechazó tajantemente cualquier intento de injerencia extranjera en la estrategia nacional para combatir el narcotráfico tras la declaración del presidente electo estadounidense, Donald Trump, de que designará a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas al asumir el cargo.
Durante su visita a Mazatlán, Sinaloa, Sheinbaum enfatizó que México colaborará con Estados Unidos, pero mantendrá su soberanía y autonomía.
En la relación bilateral lo que hay es colaboración, coordinación, pero no subordinación, afirmó la mandataria.
Y allá se consume la droga, principalmente, de allá vienen las armas, y aquí ponemos las vidas.
La postura de Sheinbaum contrasta con la del presidente electo Trump, quien durante un evento organizado por Turning Point en Phoenix, Arizona, reiteró su intención de catalogar a los grupos criminales mexicanos como terroristas.
Todos los miembros de pandillas extranjeras serán expulsados y designaré inmediatamente a los carteles como organizaciones terroristas extranjeras, anunció Trump.
Esta declaración marca un nuevo capítulo en la ya tensa relación entre ambos países.Expertos analizan que este enfrentamiento verbal podría intensificar las tensiones en torno al narcotráfico y la seguridad fronteriza, temas recurrentes en la agenda bilateral.
La designación de los cárteles como terroristas podría tener consecuencias graves para México, señala el experto en política internacional, , quien advierte sobre un posible aumento de la militarización del combate al crimen organizado y una mayor presión sobre el gobierno mexicano para implementar medidas más drásticas.
La declaración de Trump también ha generado polémica dentro de Estados Unidos.Algunos sectores argumentan que esta medida no es efectiva para combatir el narcotráfico y podría tener consecuencias negativas para las relaciones diplomáticas con México.