El conflicto entre Israel y grupos armados libaneses e iraquíes se intensifica con nuevos ataques que han golpeado el norte del país.
El grupo chií Hezbolá y las milicias proiraníes Resistencia Islámica en Irak han reivindicado una serie de operaciones, utilizando misiles, drones y proyectiles para atacar posiciones militares israelíes y asentamientos civiles.
Hezbolá ha anunciado un ataque con misiles contra la base naval Stella Maris en Haifa, así como la base aérea y el aeropuerto de Ramat David, además de otros objetivos militares en las localidades de Adisa y Kafr Kila.
La organización también afirma haber atacado el asentamiento israelí de Kiryat Shmona con proyectiles.
Por su parte, las milicias iraquíes han declarado haber lanzado tres ataques con drones contra un objetivo militar en el norte de Israel.
Estos ataques son una respuesta directa a la agresión israelí y una muestra de solidaridad con el pueblo palestino en Gaza, declaró un portavoz de Hezbolá.
La organización libanesa, junto con las milicias iraquíes, forma parte del llamado Eje de la Resistencia antiisraelí, respaldado por Irán.
Ambos grupos justifican sus acciones como una defensa de los intereses palestinos y una condena a lo que consideran masacres cometidas por Israel.
La escalada de violencia ha generado preocupación en la región. Las autoridades israelíes han intensificado las operaciones militares en el sur del Líbano, llevando a cabo bombardeos contra ciudades como Nabatieh y Sidón.
Según la agencia nacional de noticias libanesa NNA, los ataques israelíes no han reportado víctimas hasta el momento.
El conflicto ha dejado un saldo devastador en el Líbano.Desde octubre de 2023, más de 3.100 personas han muerto como consecuencia del intercambio de fuego cruzado.
La campaña de bombardeos israelíes iniciada el 23 de septiembre ha provocado la muerte de miles de civiles y el desplazamiento de 1,2 millones de personas.