La arqueología continúa sorprendiendo con hallazgos que reescriben nuestra comprensión del pasado.

En esta ocasión, un equipo de la Universidad de Washington en St. Louis, en colaboración con el Centro Nacional de Arqueología de Uzbekistán, ha revelado dos antiguas ciudades medievales: Tashbulak y Tugunbulak, ubicadas a 2000 metros sobre el nivel del mar en las montañas del sureste de Uzbekistán.

Estas ciudades, que datan de los siglos VI y XI d.C., pertenecían a la Ruta de la Seda, la histórica red comercial que conectó Asia, Europa y África durante siglos.

La investigación liderada por los arqueólogos Michael Frachetti y Farhod Maksudov, ha identificado más de 300 estructuras en ambas ciudades, incluyendo una fortaleza central, torres y muros defensivos.

Tugunbulak, con una extensión de 120 hectáreas, se posiciona como una de las ciudades más grandes de la región, diez veces mayor que Tashbulak.

El descubrimiento fue posible gracias a la tecnología LiDAR (Detección y Ranging de Luz), que utiliza láseres para crear mapas tridimensionales altamente detallados del terreno.

Nos sorprendió bastante cuando se compiló la imagen, ya que la alta resolución revela tanto sobre la estructura de las ciudades y con tanta claridad, explica Frachetti en una entrevista.

Si bien las excavaciones tradicionales siguen siendo un método fundamental para la arqueología, tecnologías como el LiDAR abren nuevas posibilidades para explorar y comprender nuestro pasado.

En este caso, drones equipados con sensores LiDAR fueron utilizados para mapear las ciudades ocultas bajo tierra.

El hallazgo representa una ventana invaluable a la vida cotidiana de las personas que habitaron estas ciudades durante la era medieval, ofreciendo información crucial sobre su organización social, arquitectura e intercambio comercial.

Este descubrimiento nos permite reconstruir un panorama más completo del pasado y comprender mejor la complejidad de las sociedades que existieron en esta región, afirma Maksudov.