La Nochebuena llega cargada de tradiciones, entre ellas la entrega de regalos.Pero, ¿por qué asociamos esta festividad con el intercambio de juguetes y detalles?
La costumbre no es fruto de una comercialización reciente sino que hunde sus raíces en rituales paganos pre-cristianos.
Mucho antes del nacimiento de Jesús, diferentes culturas celebraban el solsticio de invierno, marcando el regreso del sol tras el periodo más oscuro del año.
Era un momento para dar gracias a los dioses y ofrecerles ofrendas, entre las que se encontraban regalos.
Un ejemplo claro es la Saturnalia romana, que tenía lugar entre el 17 y el 24 de diciembre.En honor a Saturno, dios del grano y la agricultura, los ciudadanos intercambiaban regalos como símbolo de buena fortuna para la próxima cosecha.
La evolución de este antiguo ritual pagano hasta la Navidad moderna se debe en parte al emperador romano Constantino I. Este gobernante, convertido al cristianismo, estableció el 25 de diciembre como fecha para conmemorar el nacimiento de Jesús aprovechando la popularidad del solsticio de invierno y la fiesta del Sol Invicto.
Esta fusión de lo divino y lo pagano dio lugar a personajes diversos que simbolizan la entrega de regalos en diferentes culturas.
En países centro-europeos como Suiza, Austria o parte de Alemania, es el Niño Jesús quien se encarga de llevar los presentes.
En Grecia, Agios Vassilis hace lo propio en Nochevieja, mientras que Papá Noel domina en Francia, Bélgica, Reino Unido y España.
En Italia, la figura de Babbo Natale compite con otros personajes como Befana, Santa Lucía o incluso el Niño Jesús.
Los países nórdicos cuentan con Julenissen (Noruega), Jultomten (Suecia) o Julemanden (Dinamarca), mientras que los niños finlandeses esperan al Joulupukki, un personaje que se fusiona con la imagen de Papá Noel.
Ded Moroz, en cambio, representa el invierno y la nieve para Serbia, Ucrania, Bielorrusia y Rusia.
En Países Bajos, Sinterklaas, un obispo del siglo VI, llega desde España en barco el 6 de diciembre.
Este personaje tiene su origen en San Nicolás, figura que se transformó con el paso del tiempo en Santa Claus gracias a la influencia cultural estadounidense.
La tradición española se caracteriza por la competencia entre Papá Noel y los Reyes Magos, quienes llegan el día de reyes, el 6 de enero.
En algunas regiones como País Vasco, Galicia o Cataluña, existen figuras propias como el Tió de Nadal catalán, el Olentzero vasco y el Apalpador gallego.
El origen pagano del intercambio de regalos en Navidad demuestra la riqueza cultural y la evolución histórica de las tradiciones a lo largo de los siglos.