Un gran jurado de Manhattan ha acusado formalmente a Luigi Mangione, de 26 años, de asesinato en primer grado por el tiroteo fatal del director ejecutivo de UnitedHealthcare, Brian Thompson.
Este cargo, usualmente reservado para asesinos en serie o homicidios de policías, refleja la gravedad del crimen y las motivaciones detrás del mismo.
El fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg, destacó durante una rueda de prensa que este no fue un asesinato ordinario.
El objetivo era causar terror, afirmó Bragg, al explicar que los cargos incluyen uno por asesinato en segundo grado como un crimen de terrorismo debido a la naturaleza premeditada y selectiva del ataque.
Según la acusación presentada en la Corte Suprema de Nueva York, Mangione actuó con la intención de intimidar a la población civil, influir en las políticas gubernamentales mediante el miedo y afectar negativamente la vida humana.
La elección del lugar del crimen, una zona concurrida de Manhattan, refuerza la idea de que el objetivo era generar conmoción y atención mediática.
La Policía de Nueva York se puso en contacto con la madre de Mangione después de identificar al sospechoso en las imágenes de un hotel donde se alojaba.
Si bien la mujer no reconoció inicialmente a su hijo en las fotos, admitió que el asesinato de Thompson era algo que él podría haber hecho.
Jessica Tisch, comisionada de la Policía de Nueva York, calificó la acusación como un paso importante para asegurar justicia para Brian Thompson y su familia.
Fue un crimen frío y calculado que robó una vida y puso en riesgo a los neoyorquinos, expresó Tisch.
Mangione se enfrenta a una pena máxima de cadena perpetua por los cargos de asesinato en primer y segundo grado, además de otros siete cargos relacionados con la posesión ilegal de armas y otro por posesión de un instrumento falsificado.