Bolivia se encuentra convulsionada por un escándalo judicial que envuelve al expresidente Evo Morales, quien enfrenta acusaciones graves de trata de personas y abuso sexual de una menor de edad.

El ministro de Justicia, César Siles, reveló en una rueda de prensa la existencia de denuncias por presunta violación a una niña de 15 o 16 años, cuyo padre reconocido en un certificado de nacimiento es Evo Morales Ayma.

El caso ha desatado fuertes reacciones políticas y sociales.El expresidente Morales ha denunciado que el intento de golpe de Estado ocurrido este año fue una puesta en escena para mejorar la imagen del presidente Luis Arce.

Morales aspira a ser candidato presidencial por el MAS en 2025, lo cual alimenta las tensiones internas dentro del partido.

Las acusaciones contra Morales se remontan a un informe de inteligencia que menciona la existencia de una red de jóvenes llamada Generación Evo, creada supuestamente para tener a su disposición durante su presidencia.

La fiscal departamental de Tarija, Sandra Gutiérrez, quien fue destituida del caso, denunció presiones por parte del fiscal General del Estado, Juan Lanchipa, para dejar sin efecto la orden de captura contra Morales y frenar las investigaciones.

Cómo va a creer entonces la sociedad, las víctimas, cómo van a acudir ante el Ministerio Público, cuestionó Gutiérrez, quien analiza la posibilidad de presentar una denuncia internacional por trata de personas, un delito de lesa humanidad.

Por su parte, el presidente Arce calificó el caso como sumamente delicado y anunció que solicitará que se declare en reserva para proteger a la supuesta víctima y evitar una politización del asunto.

Morales, en tanto, denunció la existencia de cuatro procesos judiciales en su contra, uno de estos por trata, tráfico y estupro, y afirmó que el gobierno quiere extraditarlo a Estados Unidos.

La situación genera incertidumbre e indignación en la población boliviana, quien espera que se esclarezcan las circunstancias del caso y se haga justicia.