A pesar de ser fundamental para la existencia de vida en nuestro planeta, el campo magnético terrestre permanece invisible a simple vista y, paradójicamente, inaudible.

Este escudo invisible que nos protege de las radiaciones cósmicas y partículas cargadas provenientes del Sol se genera gracias al movimiento del hierro líquido en el núcleo exterior, creando un efecto similar al de una dinamo.

La Agencia Espacial Europea, con su misión Swarm, ha logrado captar no solo la intensidad del campo magnético terrestre sino también sus interacciones con el manto, corteza, océanos, ionosfera y magnetosfera, brindando una oportunidad única para comprenderlo en su totalidad.

Un equipo de científicos e ingenieros musicales de la Universidad Técnica de Dinamarca se aventuró a traducir estos datos magnéticos en un sonido audible, resultando en una pieza que aúna arte y ciencia.

Klaus Nielsen, uno de los participantes del proyecto, afirma que esta experiencia ha sido gratificante al unir ambas disciplinas.

Puede parecer una pesadilla, pero este clip representa el campo magnético generado por el núcleo de la Tierra y su interacción con una tormenta solar, explica Nielsen.

El audio captura un evento geomagnético ocurrido en noviembre de 2011, a raíz de una llamarada solar, generando una melodía aterradora que ejemplifica la potencia del Sol y nuestra dependencia del campo magnético terrestre.

A pesar de su naturaleza inquietante, este sonido no busca asustar al público, sino concienciar sobre la importancia de este escudo invisible para la vida en nuestro planeta.

Aunque su estruendo sea un poco desconcertante, el campo magnético es esencial para nuestra existencia, enfatiza Nielsen.

Esta iniciativa nos invita a reflexionar sobre la conexión entre ciencia y arte, y cómo podemos utilizar herramientas creativas para comprender fenómenos complejos como el campo magnético terrestre, haciendo visible lo invisible e inaudible en formas sorprendentes que cautivan al público y promueven la divulgación científica.