La anemia ferropénica, una condición que afecta a millones de personas en todo el mundo, representa un desafío significativo para la salud pública.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades no transmisibles, entre las que se encuentra la anemia, causan 41 millones de muertes anuales, lo que equivale al 71% de los decesos a nivel global.
Esta alarmante cifra subraya la necesidad de comprender mejor esta afección y abordar sus causas para prevenir complicaciones graves.
La anemia ferropénica surge cuando el cuerpo no posee suficiente hierro para producir hemoglobina, una proteína esencial en los glóbulos rojos responsable del transporte de oxígeno por todo el organismo.
Según explica la Mayo Clinic, la deficiencia puede deberse a diversas razones, como una dieta pobre en hierro, pérdida de sangre crónica o problemas en la absorción intestinal de este mineral vital.
Los síntomas de la anemia ferropénica son diversos y pueden variar en intensidad dependiendo del grado de deficiencia.
Entre los más comunes se encuentran fatiga constante, debilidad muscular, palidez de la piel, dificultad para respirar, mareos, dolores de cabeza y palpitaciones cardiacas.
En niños pequeños, la anemia puede afectar el desarrollo físico y cognitivo.
El diagnóstico de la anemia ferropénica se realiza mediante análisis de sangre que evalúan el tamaño y color de los glóbulos rojos, la concentración de hemoglobina en sangre (hematocrito) y los niveles de ferritina, una proteína que almacena hierro en el organismo.
Es crucial identificar la causa subyacente de la anemia para un tratamiento efectivo, afirma el Dr. Juan Pérez, hematólogo especializado en anemia.
Las pruebas adicionales, como endoscopía o colonoscopia, pueden ser necesarias para descartar otras causas y determinar el enfoque terapéutico adecuado.
El tratamiento principal de la anemia ferropénica consiste en la suplementación con hierro, disponible en comprimidos o líquidos para bebés y niños.
Es fundamental seguir las indicaciones del médico al respecto y tomar los suplementos con el estómago vacío para favorecer su absorción.
La vitamina C puede contribuir a mejorar la absorción del hierro.
En casos más graves, cuando los niveles de hierro no se normalizan con la suplementación oral, es posible que sea necesario administrar hierro por vía intravenosa o realizar transfusiones sanguíneas.
La prevención de la anemia ferropénica juega un papel fundamental en la salud pública.Una dieta rica en alimentos ricos en hierro, como carnes rojas, pescado, legumbres y verduras de hoja verde oscura, es esencial para mantener niveles adecuados de este mineral.
Asimismo, se recomienda consultar a un médico para descartar causas subyacentes de anemia y recibir el tratamiento adecuado.