La ciudad de Salta aún asimila la intensa tormenta que azotó la noche del martes y madrugada del miércoles, dejando una acumulación de 16 mm de lluvia.
En medio de esta situación, el pronóstico meteorológico para las próximas horas genera incertidumbre sobre la posibilidad de nuevas precipitaciones.
Si bien el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) había emitido una alerta amarilla por lluvias para la noche del miércoles, la misma fue desactivada al mediodía.
Esta decisión se fundamenta en los análisis realizados por modelos como SAP, que determinan la probabilidad de lluvia bajo ciertos parámetros atmosféricos.
Cuando las condiciones atmosféricas no cumplen con los requisitos específicos, la lluvia no alcanza la intensidad para ser considerada una alerta, explicó el meteorólogo Edgardo Escobar.
No obstante, a pesar de la desactivación de la alerta amarilla para la noche del miércoles, las previsiones apuntan a un posible escenario de lluvias para esta noche y madrugada del jueves.
Todos los modelos indican que habrá precipitaciones durante estas horas, afirmó Escobar.
El SMN sí mantiene vigente una alerta amarilla para el jueves, que afectará a la capital salteña, así como a Cerrillos, Guachipas, La Viña, Zona baja de Chicoana, Zona baja de La Caldera y Zona baja de Rosario de Lerma.
Se espera que las lluvias lleguen a la provincia durante la noche, luego de una jornada con temperaturas máximas entre 26 y 27 grados.
El escenario meteorológico para los próximos días presenta un pulso de aire frío previsto para el viernes, el cual se trasladará desde el sur debido a la influencia del viento, generando lluvias durante toda la jornada.
Escobar explicó que este fenómeno está asociado al Alta Boliviana, una zona de alta presión atmosférica que genera vientos y precipitaciones.
La temperatura máxima para este día no superaría los 25 grados Celsius.Para el sábado se prevén condiciones climáticas similares.
La incertidumbre sobre las lluvias en Salta genera una mezcla de emociones entre la población, desde la preocupación por posibles inundaciones hasta la esperanza de un alivio del calor extremo que ha afectado a la región durante las últimas semanas.