Endurecen las sanciones contra Rusia: El petroleo en el ojo del huracán
Estados Unidos y Reino Unido han anunciado nuevas sanciones contra el sector energético ruso, calificadas como las más contundentes desde el inicio de la guerra en Ucrania.
El objetivo principal de estas medidas es cortar los ingresos que financian al Kremlin y afectar su capacidad para sostener la ofensiva militar.
Un alto funcionario estadounidense explicó que estas acciones podrían generar pérdidas millonarias a la economía rusa cada mes.
Estamos atacando directamente la fuente de financiamiento del régimen de Putin, afirmó el funcionario, quien añadió que la decisión se tomó tras un análisis exhaustivo del impacto potencial en los mercados globales.
Las sanciones se enfocan en dos gigantes del sector: Gazprom Neft y Surgutneftegas, empresas que producen más de un millón de barriles diarios.
El Gobierno británico estima que las ganancias anuales de estas compañías superan el PIB de Jamaica, lo que evidencia la magnitud económica del golpe aplicado.
De las sanciones a las empresas principales, se han afectado también a más de dos docenas de filiales y 183 barcos rusos que transportan petróleo, considerados parte de una red para eludir restricciones occidentales.
Las medidas no solo apuntan al sector petrolero, sino también al de gas natural licuado (GNL). Se han sancionado 200 entidades e individuos vinculados al sector energético ruso, incluyendo a aquellos involucrados en la expansión de la capacidad de producción y en proyectos como el Ártico LNG 2 de Novatek.
Este nuevo paquete de sanciones se suma a las medidas ya impuestas por Estados Unidos y sus aliados tras la invasión rusa de Ucrania.
En marzo de 2022, se prohibió la importación de petróleo, gas natural licuado y carbón rusos. La Unión Europea también restringió estas compras, generando un impacto significativo en los ingresos de Moscú debido a su dependencia del mercado europeo.
No obstante, las sanciones directas al sector energético se habían retrasado por temor a que provocaran un aumento en los precios globales del crudo.
Ahora, con una mayor oferta gracias a la producción incrementada en otros países, Washington considera que es el momento de aplicar medidas más contundentes contra Rusia.
El impacto de estas nuevas sanciones en los mercados energéticos aún está por verse, pero se espera que generen una nueva ola de incertidumbre y volatilidad.