El expresidente socialista español, Felipe González, ha pronosticado una triste similitud entre el futuro del actual presidente venezolano, Nicolás Maduro, y el del ex-presidente sirio, Bachar al Asad.

En una reciente entrevista, González ha afirmado que Maduro, quien asumió la presidencia tras un proceso electoral cuestionado y ampliamente repudiado por la oposición, se acerca inexorablemente a la misma suerte que le tocó a Al Asad: la caída del poder.

Este señor no solo es un tirano que ha dado un golpe de Estado, sino que en realidad es el artífice de una revolución fallida, declaró González, quien enfatizó que Maduro no representa a nadie, cada vez menos.

El exmandatario socialista considera que el régimen chavista está condenado al fracaso, aunque no puede determinar con exactitud cuánto tiempo le tomará su proceso de liquidación.

Está liquidado; no cabe la menor duda, afirmó González con contundencia.

Para Felipe González, Maduro se ha revelado como un líder cobarde que recurre a la fuerza para perpetuarse en el poder.

Hace un golpe de Estado, roba la soberanía popular y se queda basado en las bayonetas y lo ha hecho casi con nocturnidad y alevosía, denunció.

En este contexto, González ha exigido a la comunidad internacional, especialmente a la Unión Europea, que reconozca claramente la victoria del líder opositor Edmundo González Urrutia en los comicios de julio pasado, y no le dé legitimidad al régimen de Maduro.

No hacerlo es un gesto de cobardía, advirtió González, quien considera que el mundo se encuentra inmerso en una grave crisis democrática y que se necesita una respuesta contundente para revertir esta tendencia.

El expresidente ha instado también al gobierno español, liderado por Pedro Sánchez, a tomar la iniciativa en la búsqueda de soluciones políticas para restablecer la democracia en Venezuela.

Al frente de España hay un Gobierno y ese Gobierno tiene que tomar la decisión de pedir en el Consejo Europeo que se tomen todas las decisiones que lleven a la recuperación de la libertad y de la soberanía del pueblo venezolano, afirmó González.

Esta postura, que ya ha sido adoptada por países como Estados Unidos, implica reconocer a Edmundo González Urrutia como presidente electo de Venezuela, un reconocimiento crucial para presionar al régimen actual a que se respete el resultado democrático del proceso electoral.

Felipe González ha llamado además a todas las fuerzas políticas españolas a unirse en esta lucha por la democracia en Venezuela, evitando convertirla en un tema de confrontación interna española.

Es un problema de los venezolanos, ha recalcado el expresidente, instando a todos a que prioricen la libertad y la soberanía del pueblo venezolano.