Las elecciones presidenciales estadounidenses se perfilan como una contienda reñida, donde un puñado de votos podría marcar la diferencia en el resultado final.

En este contexto, el voto indígena emerge como un factor determinante que podría inclinar la balanza hacia uno u otro candidato.

Con más de 5 millones de habitantes repartidos por varios estados clave, la comunidad nativa estadounidense representa una fuerza política a tener en cuenta.

Su capacidad para decidir el destino del país se potencia al cumplirse este año el centenario desde que se les otorgó el derecho a votar.

Este aniversario histórico coincide con una campaña electoral donde ambos candidatos, Kamala Harris y Donald Trump, han invertido esfuerzos significativos en conectar con esta comunidad.

El equipo de Harris ha destinado 370 millones de dólares en anuncios publicitarios dirigidos a las reservas indias, mientras que el presidente Biden ofreció disculpas públicas por las atrocidades cometidas contra niños indígenas en los internados federales.

Estas acciones evidencian la importancia estratégica que el voto indígena tiene para los demócratas.

El voto indígena es una llave de la victoria en estados clave como Wisconsin y Arizona, afirma un experto.

En 2020, Biden logró la victoria en ambos estados por márgenes estrechos, donde la participación del electorado nativo resultó crucial.

En Arizona, la comunidad navajo, la más numerosa del país, jugó un papel fundamental, según informes de AP.

La preferencia demostrada por los demócratas entre los nativos americanos se atribuye a una serie de factores.

La agenda progresista del partido, centrada en temas como la soberanía tribal, la protección ambiental y el desarrollo económico sostenible, se alinea con las prioridades de esta comunidad históricamente marginada.

Los tratados indios, la soberanía tribal y la protección del medio ambiente son cuestiones fundamentales para los nativos americanos, explica Crystal Echo Hawk, directora ejecutiva de IllumiNative, una organización que busca aumentar la visibilidad del voto indígena.

La propuesta de Harris en estos temas influirá de manera significativa en el comportamiento electoral.

Si bien Trump no ha sido particularmente popular entre las tribus indígenas, su campaña ha contado con el apoyo del senador republicano Markwayne Mullin, un nativo americano de Oklahoma, quien ha hecho campaña por el expresidente en las reservas de Carolina del Norte.

El voto indígena representa una fuerza política creciente en Estados Unidos, una comunidad que busca ejercer su derecho a la autodeterminación y asegurar su futuro en un país marcado por un pasado complejo y un presente lleno de retos.