La ciencia ha alcanzado nuevos hitos con el desarrollo de CoulombFly, un microdrón solar de apenas 4,21 gramos, más ligero que una hoja de papel tamaño folio.

Este innovador dispositivo, creado por un equipo de investigadores de la Universidad de Beihang en Pekín, fue presentado recientemente en la prestigiosa revista científica Nature.

El logro representa un avance significativo en el campo de la miniaturización de tecnología robótica.

Si bien los drones alimentados con energía solar ya existen, su tamaño ha sido históricamente un obstáculo.

En 2019, la Universidad Nacional de Singapur creó lo que se consideraba el dron más pequeño hasta entonces, pero CoulombFly lo supera ampliamente.

Reducir aún más el tamaño resultó ser una tarea desafiante.Por eso nuestra investigación adopta un enfoque tecnológico diferente para abordar este problema, explica Shen Wei, estudiante de doctorado en la Universidad de Beihang y autor principal del artículo publicado en Nature.

Shen ha dedicado años a investigar este tema, comenzando durante sus estudios universitarios.Su interés se centró particularmente en los motores electrostáticos, una tecnología que muchos consideraban poco útil.

El concepto de usar un motor electrostático para desarrollar un microdrón se me ocurrió durante una noche de insomnio.

Contemplé el potencial de acoplar una hélice a un motor electrostático para lograr volar, recuerda Shen.

Tras semanas de pruebas, su equipo logró demostrar la viabilidad del proyecto: En solo tres semanas de pruebas, confirmamos su capacidad de volar.

Este desarrollo abre nuevas posibilidades en áreas como la exploración ambiental, la vigilancia y la medicina.

La miniaturización permite el acceso a lugares inaccesibles para drones más grandes, abriendo un nuevo panorama de aplicaciones en campos tan diversos como la investigación científica, la seguridad y la asistencia médica.