Luego de un mes de suspensión de clases presenciales debido a incidentes masivos de descompostura entre los alumnos de la escuela Sarmiento, se anuncia un regreso gradual al formato presencial en un nuevo edificio del centro de la ciudad.

Esta decisión se tomó tras una exhaustiva evaluación por parte de las autoridades educativas y sanitarias, quienes buscan garantizar la seguridad y el bienestar de la comunidad escolar.

Alejandro Williams Becker, subsecretario de Políticas Socioeducativas de la Provincia, destacó que los chicos no pueden estar cautivos a esta situación, y subrayó la necesidad de recuperar la presencialidad para asegurar una educación de calidad.

En pandemia los chicos estaban en casa con los padres, por lo que podían hacer las tareas con ayuda y dispositivos al alcance de la mano, explicó Becker, quien añadió que el esquema virtual no era viable a largo plazo debido a las dificultades de acceso a tecnología e internet en algunas familias.

El pasado 16 de agosto, un grupo significativo de alumnos sufrió síntomas como vómito, mareos y cefalea, lo que originó una alerta sanitaria y traslado de algunos estudiantes al hospital Materno Infantil.

A pesar de los estudios realizados para determinar la causa del incidente, no se logró identificar el origen de las descomposturas.

Posteriormente, se produjo un nuevo episodio similar con afectación también a adultos, intensificando la preocupación e iniciando una investigación por parte de la Fiscalía y los ministerios de Educación y Salud.

Se descartaron inicialmente intoxicaciones por monóxido de carbono o alimentos en mal estado, pero las investigaciones continúan para esclarecer el origen de los episodios.

Mientras tanto, se han implementado censores de monóxido de carbono en el edificio original ubicado en la calle Alvarado 427, y se está llevando a cabo un estudio epidemiológico con encuestas a familias, seguimientos clínicos y análisis de laboratorio.

El nuevo espacio para las clases presenciales debe garantizar comodidad para los 400 alumnos del turno mañana y otros 400 del turno tarde.

La decisión busca minimizar el impacto en la vida cotidiana de los estudiantes y sus familias.

Becker enfatizó que se hará foco en los alumnos de séptimo grado, ya que están próximos a terminar la primaria, y añadió que habrá un proceso de evaluación formativa para asegurar la recuperación de contenidos perdidos durante el periodo de suspensión escolar.

La vuelta a clases presenciales representa un paso importante en la normalización de la vida escolar y un esfuerzo conjunto por garantizar la salud física y mental de los estudiantes.