La comprensión de nuestro planeta y su atmósfera se ve enriquecida por el descubrimiento de un nuevo campo físico, complementando el magnético y el gravitacional.

Este campo, conocido como campo ambipolar, ha sido detectado por primera vez en la región polar de la Tierra gracias a una misión espacial realizada por la NASA.

Durante décadas, la comunidad científica había teorizado sobre la existencia de este campo, considerado responsable de la salida de partículas desde la atmósfera terrestre hacia el espacio.

Este proceso, conocido como viento polar, presenta partículas que viajan a velocidades supersónicas sin evidencias de calentamiento solar directo.

Glyn Collinson, investigador principal del proyecto Endurance y autor principal del artículo publicado en Nature, explica: Algo tenía que estar extrayendo estas partículas de la atmósfera.

La misión Endurance, bautizada así en homenaje al barco utilizado por Ernest Shackleton en su famoso viaje a la Antártida, se centró en estudiar el viento polar desde Svalbard, un archipiélago noruego cercano al Polo Norte.

El cohete suborbital logró medir un cambio en el potencial eléctrico de 0,55 voltios a una altitud de 518 kilómetros, valor suficiente para generar la fuerza necesaria para impulsar las partículas hacia el espacio contra la gravedad.

Alex Glocer, científico del proyecto Endurance en el Centro Goddard de la NASA, enfatiza que los iones de hidrógeno experimentan una fuerza hacia afuera de este campo 10,6 veces más fuerte que la gravedad.

Este descubrimiento abre nuevas perspectivas sobre la evolución de la atmósfera terrestre y su configuración.

El campo ambipolar aumenta la altura de escala de la ionosfera en un 27%, lo que significa que esta capa sigue siendo más densa a mayores alturas de lo que sería sin él, como una cinta transportadora que eleva la atmósfera hacia el espacio, añade Collinson.

El hallazgo del campo ambipolar tiene implicaciones para la búsqueda de vida extraterrestre.Suzie Imber, física espacial de la Universidad de Leicester y coautora del artículo, señala: Cualquier planeta con una atmósfera debería tener un campo ambipolar.

Comprender este nuevo campo físico nos permitirá comprender mejor la historia y evolución de nuestro planeta y otros mundos en el universo.