Diversas organizaciones ambientales y comunidades indígenas en Salta han expresado su profunda preocupación ante la propuesta de actualización del Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos (OTBN) de la provincia.

La iniciativa, que se encuentra bajo análisis por parte de la Cámara de Diputados y Senadores, ha generado una ola de críticas debido a su potencial impacto negativo sobre la biodiversidad y los ecosistemas locales.

En una carta dirigida a los legisladores, las organizaciones denuncian que la propuesta permitiría el desmonte de 721.568 hectáreas adicionales de bosques nativos, una medida que consideran regresiva e incompatible con la Ley Nacional 26.331, que establece la protección integral de estos espacios vitales.

Esta propuesta abre la puerta a un proceso de devastación ambiental sin precedentes, afirma María Elena Rodríguez, representante de una ONG local dedicada a la defensa del medio ambiente.

El uso indiscriminado del color marrón en el semáforo ambiental, una categoría no contemplada en la Ley Nacional de Bosques, facilita la expansión agrícola a costa de la destrucción de ecosistemas cruciales.

Las críticas se extienden a la recategorización de áreas protegidas previamente clasificadas en categorías más restrictivas.

Especialmente preocupante es la situación en las Yungas de San Lorenzo, donde una reclasificación ha facilitado un proyecto urbanístico que amenaza una reserva hídrica estratégica.

El documento denuncia la falta de participación ciudadana en el proceso de actualización del OTBN, especialmente la exclusión de comunidades indígenas, quienes históricamente han sido guardianes de los bosques y poseedores de un profundo conocimiento sobre su conservación.

La ausencia de consulta previa, libre e informada a las comunidades indígenas es una violación flagrante de sus derechos, sostiene Juan Pérez, miembro de una comunidad indígena afectada por el proyecto.

El OTBN no solo amenaza nuestra cultura, sino que pone en riesgo la sostenibilidad de nuestros territorios y la vida misma.

En respuesta a la propuesta, diversos grupos ambientales y comunidades indígenas realizaron protestas pacíficas frente a la Legislatura provincial, exigiendo la suspensión del nuevo OTBN y la apertura de una nueva mesa de diálogo multisectorial.

La situación actual refleja un conflicto entre intereses económicos y la necesidad de proteger los recursos naturales vitales para el bienestar presente y futuro de Salta.

La respuesta final por parte de la Legislatura determinará el destino de estos espacios verdes y el futuro del ecosistema de la región.