Los rayos, impresionantes manifestaciones del poder eléctrico natural, han cautivado a la humanidad durante siglos.

Si bien su aparición durante las tormentas es familiar para todos, el motivo detrás de su peculiar trayectoria en zigzag se ha mantenido como un enigma hasta hace poco.

Un equipo de investigadores liderados por el físico John Lowke ha desvelado finalmente este misterio, revelando que la clave se encuentra en una forma altamente conductora de oxígeno llamada singlet delta oxygen.

El aire actúa como aislante eléctrico en condiciones normales, pero bajo las intensas condiciones atmosféricas de una tormenta, se produce una transformación fascinante, explica Lowke en su artículo publicado en el Journal of Physics D: Applied Physics.

Esta singular forma de oxígeno, con menor energía que la del oxígeno habitual, permite que el aire se vuelva conductor.

La descarga eléctrica que conocemos como rayo comienza con la formación de líderes, canales de aire ionizado que se ramifican desde la nube hacia la Tierra.

Estos líderes avanzan en escalones de aproximadamente 50 metros cada uno, deteniéndose brevemente para acumular más singlet delta oxygen en su punta.

Este proceso repetido crea el característico patrón en zigzag que vemos durante un rayo.
El conocimiento sobre el zigzag de los rayos tiene implicaciones prácticas cruciales.

Comprender la trayectoria de los rayos nos permite diseñar sistemas de protección más eficientes, como pararrayos, señala Lowke.

Especialmente relevante en un mundo con eventos meteorológicos extremos cada vez más frecuentes debido al cambio climático, esta investigación puede contribuir a minimizar el riesgo de daños causados por estos fenómenos poderosos.

La investigación del comportamiento de los rayos no solo satisface la curiosidad científica, sino que también nos brinda herramientas para protegernos frente a su formidable poder.

Como destaca Lowke, cada nuevo descubrimiento nos recuerda la complejidad y la maravilla del mundo natural, aún lleno de misterios por desvelar.