El gobierno argentino ha implementado una serie de medidas que buscan fomentar la utilización de las propinas electrónicas, eximiendo del pago del Impuesto sobre los Créditos y Débitos (ICD) a las cuentas bancarias destinadas a recibir estas gratificaciones.

El Decreto 7372024, firmado por el presidente Javier Milei y otros altos funcionarios, busca impulsar la digitalización de las transacciones en el sector servicios y facilitar el acceso al dinero para los trabajadores que reciben propinas.

La medida busca generar un ambiente más favorable para la formalización del trabajo y la transparencia en las transacciones, señaló Federico Sturzenegger, titular de la cartera de Desregulación y Transformación del Estado de la Nación, a través de su cuenta X (antes Twitter).

Este nuevo marco legal también se aplica a las billeteras electrónicas que funcionen como Cuentas recaudadoras especiales, ampliando el alcance de la exención fiscal.

El decreto establece que el ofrecimiento de propinas debe respetar la libertad del consumidor en cuanto a la modalidad y cuantía de la gratificación, permitiendo tanto pagos físicos como electrónicos.

Las opiniones sobre esta iniciativa son diversas.Si bien algunos sectores ven en ella una oportunidad para mejorar las condiciones laborales y fomentar la economía digital, otros expresan preocupación por posibles efectos negativos en el sector informal, donde el pago de propinas es comúnmente realizado en efectivo.

Es importante que se implementen mecanismos de control para evitar que esta medida sea utilizada para evadir impuestos o para generar nuevas formas de explotación laboral, advirtió un especialista del Centro de Estudios Tributarios.

El Banco Central de la República Argentina (BCRA) tendrá a cargo la regulación del sistema de acreditación de propinas electrónicas, estableciendo plazos y mecanismos para garantizar la rapidez y eficiencia en el pago a los trabajadores.

La interoperabilidad entre las diferentes plataformas de pago digital será un elemento clave para el éxito de esta iniciativa.

El impacto real de esta medida dependerá de cómo se implementen las medidas complementarias y de la participación activa de los distintos actores del mercado.

El gobierno argentino deberá trabajar en conjunto con empresas, trabajadores y expertos para asegurar que el sistema de propinas electrónicas sea efectivo, transparente y beneficioso para todos.