La ministra británica de Transportes, Louise Haigh, ha presentado su renuncia al Gobierno laborista tras admitir un delito de falso testimonio cometido en el año 2013.

El caso, que salió a la luz recientemente a través de medios como Sky News y The Times, involucra a una declaración falsa ante la policía sobre un robo de teléfono móvil laboral.

En una carta dirigida al primer ministro Keir Starmer, Haigh reconoce su error y expresa su deseo de evitar una distracción para el Ejecutivo.

A pesar de que el tribunal decidió no imponerle ninguna pena por considerar que la propia condición de imputada era suficiente castigo, la ministra ha considerado conveniente renunciar a su cargo.

Lamento tener que marcharme en estas circunstancias, pero estoy orgullosa de lo que hemos hecho.Seguiré luchando todos los días por la gente de Sheffield Heeley, declaró Haigh, quien a sus 37 años se convirtió en la ministra más joven en la historia del Reino Unido.

El primer ministro Starmer ha agradecido públicamente el trabajo realizado por la ministra durante su tiempo al frente del Ministerio de Transportes, destacando los avances logrados en la renacionalización del sistema ferroviario, una de las prioridades del actual gobierno.

Esta dimisión marca el primer caso de un ministro que abandona su cargo desde que el Partido Laborista llegó al poder tras las elecciones generales del 4 de julio.

El incidente ha generado un debate sobre la ética pública y la responsabilidad de los cargos políticos ante la justicia.

Algunos expertos señalan que la decisión de Haigh de dimitir demuestra una actitud responsable hacia sus responsabilidades políticas, mientras que otros cuestionan si la gravedad del delito justifica su renuncia.