En una emotiva ceremonia, el papa Francisco abrió solemnemente la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro, dando inicio al Jubileo, un evento que se celebra cada 25 años en la Iglesia Católica.

La plaza de San Pedro se llenó con miles de fieles congregados para presenciar este acto histórico, donde el pontífice, acompañado por representantes de los cinco continentes, realizó una procesión ante el altar y celebró la misa del gallo.

Ante un público numeroso que abarrotó la basílica y los alrededores, el Papa pronunció palabras llenas de significado sobre la importancia del perdón y la misericordia: En la Navidad del Señor, luz de luz, esperanza inextinguible, nos disponemos a entrar con fe por la Puerta Santa.

Crucemos el umbral de este templo santo y entremos en el tiempo de la misericordia y del perdón.Estas palabras resonaron con fuerza en los corazones de los presentes, quienes se mostraron profundamente conmovidos por la espiritualidad y la solemnidad del evento.

El Año Santo ordinario, instituido por el Papa Francisco, tendrá como punto final el 6 de enero de 2026.

Este período especial, marcado por la apertura de diversas Puertas Santas en Roma, ofrece a los fieles la oportunidad de reconciliarse con Dios y fortalecer su fe mediante actos de caridad y penitencia.

El Jubileo también representa una ocasión para reflexionar sobre la importancia de la unidad, el perdón y la esperanza en un mundo necesitado de paz y comprensión.

El Papa Francisco ha destacado la relevancia del Jubileo como un tiempo de gracia y reconciliación: El Jubileo es una invitación a volver al origen de nuestra fe, a renovar nuestro compromiso con Dios y con nuestros hermanos.

Esta invitación resonó con especial fuerza en el contexto actual, marcado por divisiones, conflictos y desigualdades.

La apertura de la Puerta Santa en San Pedro simboliza un paso hacia una nueva era de esperanza y renovación espiritual.