El caso que ha cautivado a millones durante décadas, los hermanos Menéndez condenados por el asesinato de sus padres en 1989, se acerca a un nuevo capítulo.
El juez Michael Jesic, a cargo del caso, ha pospuesto la audiencia que decidirá si se repite el juicio hasta finales de enero de 2025.
Esta demora, inicialmente programada para el 11 de enero, permitirá al magistrado analizar exhaustivamente el caso y la nueva evidencia presentada por los abogados de Erik y Lyle Menéndez.
Durante la audiencia del lunes pasado, las tías de los hermanos, Joan Andersen VanderMolen y Teresita Baralt, testificaron en su favor, implorando liberación tras 35 años de prisión.
Las emociones se desbordaron cuando Baralt, entre lágrimas, expresó: Extrañamos muchísimo a los que se han ido, pero también extrañamos a los niños.
La defensa argumenta que las circunstancias del caso, especialmente la revelación de abusos sexuales sufridos por Erik Menéndez a manos de su padre, José, merecen una reevaluación.
La aparición de una carta escrita por Erik en 1988 describiendo el abuso, y el testimonio de Roy Rosselló, exintegrante de Menudo quien acusó a José Menéndez de violarlo, añaden nuevas capas a la compleja trama del caso.
Si estas dos piezas de evidencia hubieran estado disponibles durante el juicio original, los fiscales no habrían podido argumentar que no había corroboración del abuso sexual o que José Menéndez no era el tipo de hombre que abusaría de niños, argumenta la petición de habeas corpus presentada por los abogados de los hermanos.
No obstante, la familia de Kitty Menéndez se opone a una nueva sentencia.Milton Andersen, hermano de Kitty, a través de sus abogados, mantiene que las pruebas en su contra son abrumadoramente claras y que el castigo se ajusta al crimen cometido.
El fiscal de distrito de Los Ángeles, George Gascón, ha propuesto sentencias de 50 años a cadena perpetua para los hermanos, argumentando que han demostrado buen comportamiento en prisión y han trabajado en su redención.
La decisión final sobre la nueva sentencia recae en el juez Jesic, quien deberá analizar cuidadosamente las pruebas presentadas por ambas partes antes de emitir su veredicto.
La espera se prolonga hasta enero de 2025, dejando a todas las partes involucradas con una mezcla de incertidumbre y esperanza.