El sector construcción en Salta vive un momento excepcional, con récords históricos de empleo formal y un mercado inmobiliario en recuperación notable.

A contracorriente del panorama nacional, donde el sector ha experimentado una drástica caída en la actividad y la pérdida de miles de puestos laborales, Salta se destaca como un faro de crecimiento económico.

Este auge se explica, fundamentalmente, por la fuerte inversión minera que impulsa la economía provincial.

La construcción de proyectos mineros en la Puna ha generado una gran cantidad de empleos directos e indirectos, además de estimular el desarrollo inmobiliario en zonas como la zona oeste alta de la capital salteña.

El Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (Ieric) revela que Salta alcanzó los 12.162 empleos formales en obras en agosto, representando un aumento del 3,4% con respecto a julio y del 0,4% en relación al mismo mes del año anterior.

En los ocho meses de 2024, el crecimiento del trabajo en la construcción salteña fue del 3,7% interanual, una cifra que contrasta con la caída nacional del 19,5%.

La minería ha sido un motor clave para este crecimiento, afirma Lucas Dapena, economista especializado en el sector inmobiliario.

Las inversiones en proyectos mineros han generado una demanda por viviendas y servicios que se refleja en el auge del mercado inmobiliario local.

El dato lo corroboran las estadísticas: entre enero y septiembre de 2024, se registraron 3.668 operaciones de compraventa en Salta, un aumento del 1,9% respecto al año anterior y del 14,2% en comparación con 2022.

En términos reales, el crecimiento fue del 66,8%.
El dinamismo del sector inmobiliario es un claro indicador de la confianza que los inversores tienen en el futuro económico de Salta, señala un representante de una importante constructora local.

Las perspectivas son muy positivas y esperamos que este crecimiento se mantenga en los próximos meses.

Este escenario favorable no solo beneficia al sector construcción y al mercado inmobiliario, sino que también tiene un impacto positivo en la economía regional en general, generando empleo indirecto, impulsando el consumo y contribuyendo a mejorar la calidad de vida de los habitantes de Salta.