Un manto de ceniza cubre hoy al icónico Mercado San Miguel, un monumento que refleja la historia y la cultura de Salta.

Más allá de ser un referente gastronómico, como lo evidenciaron los medios nacionales al conocerse la tragedia, el Mercado San Miguel representa un símbolo imborrable de tradición y vida urbana.

Fundado en 1865 por don Saturnino San Miguel y Moldes, el mercado se convirtió con el tiempo en el corazón comercial de la ciudad, donde los productos locales de toda la provincia confluían.

Durante más de siete décadas, fue testigo del paso del tranvía y las jardineras cargadas de frutas del valle de Lerma, reflejando una mezcla única de lo antiguo y lo moderno.

La expropiación en 1961, motivada por la falta de higiene y el mal estado del edificio, desató una polémica que dividió al pueblo salteño.

La oposición criticó la gestión municipal, pero reconoció la necesidad de realizar mejoras.El gobierno, a cargo de Bernardino Biella, avanzó con la expropiación, promulgada el 24 de julio de ese año, y la comuna, liderada por Rafael Gaudelli, clausuró el mercado el 4 de julio, dando paso a una nueva etapa en su historia.

A pesar de las reformas posteriores, el Mercado San Miguel conserva algunos elementos originales, como las columnas del tinglado central y la fachada sobre La Florida.

La estructura ha sufrido cambios significativos, con demoliciones, ampliaciones y reconstrucciones que reflejan las necesidades cambiantes del tiempo.

Las últimas décadas han visto al mercado transformarse en un escenario para películas y videos musicales.

En 2018, la película Badur Hogar, dirigida por Rodrigo Moscoso, utilizó el Mercado San Miguel como locación, convirtiendo sus pasillos en un set de filmación lleno de actividad.

Artista locales como Ricky Maravilla y Tucanychaya también han grabado temas dentro del espacio cultural, dejando su huella sonora en este lugar emblemático.

La tragedia reciente ha conmocionado a la ciudad de Salta, que se enfrenta ahora al desafío de reconstruir el Mercado San Miguel.

Las cenizas no pueden borrar la historia y la memoria que alberga este espacio, una historia que se entrelaza con la identidad misma de la ciudad.

El Mercado San Miguel es mucho más que un edificio; es un símbolo cultural que representa la vida misma de Salta, afirma el historiador local, Juan Carlos Sánchez.

Es importante reconstruirlo no solo como un mercado, sino como un centro cultural que preserve su esencia y continue siendo un espacio vital para la comunidad.

El camino hacia la reconstrucción será largo y complejo, pero la determinación del pueblo salteño de preservar este patrimonio histórico es inquebrantable.