Salta ha emprendido una ofensiva sin precedentes contra el narcotráfico, implementando más de 15.600 procedimientos que han permitido el secuestro de más de 2,5 millones de dosis de sustancias ilícitas y la detención de 441 personas vinculadas al crimen organizado.
Estas acciones contundentes reflejan un compromiso firme del gobierno provincial con la seguridad ciudadana y la erradicación de este flagelo.
El narcotráfico es una amenaza grave para nuestra provincia, pero estamos trabajando incansablemente para combatirlo, declaró el gobernador de Salta, destacando que estas cifras representan un importante avance en la lucha contra el crimen.
Este impulso se materializa a través del fortalecimiento institucional y la capacitación especializada.
Se han creado nuevas sedes investigativas y operativas, incrementando las unidades de Drogas Peligrosas hasta llegar a 37, y se cuenta con un equipo de más de 400 investigadores altamente capacitados gracias a programas conjuntos con expertos de la DEA y fuerzas federales.
El gobierno provincial ha implementado una estrategia integral que abarca no solo la persecución judicial sino también la prevención y la participación ciudadana.
Se realizan talleres educativos en escuelas, barrios y otros espacios sociales, sensibilizando a la población sobre los peligros del narcotráfico e incentivando la denuncia ciudadana.
La plataforma denunciasweb ha resultado ser una herramienta vital para identificar puntos de venta clandestinos de drogas.
La provincia se encuentra trabajando estrechamente con el Ministerio de Seguridad de la Nación, en un esfuerzo conjunto que busca desarticular las redes de narcotráfico y garantizar la seguridad de sus habitantes.
Un ejemplo claro de esta cooperación es la implementación del Plan Güemes, una iniciativa que despliega a efectivos de Gendarmería Nacional, Prefectura Naval y Policía Federal Argentina en el departamento de Orán, considerado una zona clave en la lucha contra el tráfico ilegal de drogas.
Esta ofensiva contra el narcotráfico no solo tiene un impacto directo en la seguridad, sino también en el bienestar emocional de la comunidad salteña, que por años ha sido afectada por la violencia y la inseguridad asociada a este delito.
El compromiso del gobierno con la erradicación del narcotráfico genera esperanza y confianza en los ciudadanos, quienes se sienten más protegidos y seguros en sus entornos.