El 28 de junio se celebra el Día Internacional del Orgullo LGBTQ+, una jornada que conmemora los disturbios de Stonewall en Nueva York, un hito crucial en la lucha por la igualdad y los derechos de las personas lesbianas, gais, bisexuales, transgénero y queer (LGBTQ+).

Estos disturbios, ocurridos en 1969, marcaron el inicio del movimiento de liberación gay y la consolidación de movimientos sexodisidentes a nivel mundial.

La rebelión estalló tras una redada policial rutinaria al bar Stonewall Inn, un lugar emblemático para la comunidad LGBTQ+ en el barrio neoyorquino de Greenwich Village.

Facundo Saxe, autor del libro Nuestro Stonewall e investigador del Centro Interdisciplinario de Investigaciones de Género de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), explica que la redada policial buscaba detener a personas trans, drag queens y kings por travestismo, una práctica ilegal en aquel entonces.

Esta injusticia desató el enojo y la resistencia de las personas presentes, lo que se extendió por cuatro días consecutivos de disturbios y confrontaciones con la policía.

Este acontecimiento fue simultáneo a otros movimientos contraculturales como el Mayo Francés o el Cordobazo en Argentina, señala Saxe.

Despertó un fin de semana de disturbios contra la autoridad policial donde se tomó la calle.

Victor Madrigal-Borloz, Experto Independiente sobre la protección contra la violencia y la discriminación por motivos de orientación sexual e identidad de género designado por el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, considera que Stonewall fue el primer ladrillazo que inició un proceso de lucha cultural contra la represión y la violencia.

El impacto emocional del evento fue profundo. La comunidad LGBTQ+ encontró en los disturbios de Stonewall una fuerza colectiva y un motivo para visibilizar su realidad y luchar por sus derechos.

Saxe enfatiza que a partir de estos disturbios, el concepto de orgullo empezó a sonar muy fuerte.

El hecho de que aquello que durante años se había ocultado y reprimiendo se manifestara públicamente marcó un antes y después en la lucha por la igualdad.

El Día Internacional del Orgullo LGBTQ+ celebra no solo los logros alcanzados sino también la resistencia frente al rechazo, la discriminación y la violencia.

Es una jornada de reivindicación de la diversidad sexual y de género, y un llamado a la inclusión social para construir una sociedad más justa y equitativa.