A medida que el año calendario culmina y nos preparamos para recibir un nuevo ciclo, surge la búsqueda innata de bienestar, abundancia, paz y amor.
Esta aspiración humana se materializa en una variedad de rituales que buscan fortalecer ese camino hacia la prosperidad personal.
Alejandra María, huicana, destaca que la forma en que se cierran los años varía según la cultura o religión a la que cada individuo pertenece.
En el caso del ciclo Huichol, por ejemplo, el año comienza el 21 de mayo y culmina en el mismo mes del año siguiente.
Actualmente nos encontramos en una etapa más dentro de este recorrido.
Para Alejandra María, el cierre de ciclos es fundamental para evitar que pendientes del pasado arrastren nuestra energía hacia el futuro.
Cerrar los ciclos permite evaluar lo realizado durante un periodo y tomar conciencia de nuestras acciones para orientarnos en la nueva etapa.
Tradiciones Comunes y el Poder de la Intención
A lo largo de las culturas, se han desarrollado rituales comunes que buscan atraer abundancia, paz y amor al nuevo año.
Algunos ejemplos son: escribir en un papel los logros del año pasado y quemarlo para liberar energía negativa; encender una vela blanca mientras se formulan deseos; o barrer la casa desde atrás hacia adelante para limpiar las energías del hogar.
Es fundamental recordar que los rituales no actúan como una solución mágica, señala Alejandra María, sino más bien como herramientas para canalizar nuestra intención y energía hacia aquello que deseamos atraer.
Asegura que es importante combinar los rituales con acciones concretas para materializar nuestros objetivos.
El Vision Board: Un Mapa de Sueños Visual
Otro método popular para manifestar deseos en el nuevo año es el Vision Board, un collage con imágenes, palabras y símbolos que representan metas y aspiraciones.
Este tablero actúa como un recordatorio constante de lo que se quiere conseguir, ayudando a mantener la motivación y el enfoque.
La experta enfatiza la importancia de personalizar el Vision Board con elementos personales que resuenen con cada individuo.
Al colocarlo en un lugar visible, podemos visualizar nuestros objetivos diariamente, lo que fortalece nuestra conexión con ellos.
El año nuevo nos invita a reflexionar sobre el pasado, agradecer por las experiencias vividas y proyectar hacia adelante con esperanza y determinación.
Utilizar rituales como herramientas para canalizar nuestras intenciones puede ser una forma poderosa de comenzar este nuevo ciclo con claridad y motivación.