El estado estadounidense de Vermont, ubicado en el noreste del país, se perfila como un sólido bastión demócrata en las elecciones presidenciales de 2024.
Con una historia de apoyo contundente a la izquierda política que se remonta a mediados del siglo XX, Vermont ha votado de forma ininterrumpida por candidatos demócratas desde 1992.
Vermont tiene una larga tradición de compromiso con los valores progresistas, afirma John Smith, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Vermont.
Sus ciudadanos se identifican fuertemente con políticas sociales y ambientales avanzadas.
En las elecciones presidenciales de 2020, el demócrata Joe Biden obtuvo un abrumador 66,1% de los votos en Vermont, mientras que el entonces presidente Donald Trump solo logró el 30,7%.
Esta tendencia refleja la fuerte inclinación del estado hacia el Partido Demócrata, un patrón que se mantiene desde la victoria republicana de George H.W. Bush en 1988.
El carácter progresista de Vermont se ve reflejado en su compromiso con las energías renovables, la justicia social y la protección ambiental.
El estado ha sido pionero en políticas sostenibles, impulsando iniciativas para reducir su huella de carbono y promover una economía verde.
La fuerte influencia del senador Bernie Sanders, quien representa a Vermont en el Senado desde 2007, también contribuye a la inclinación demócrata del estado.
Sanders, un reconocido progresista, ha sido un defensor incansable de políticas como la atención médica universal y la lucha contra la desigualdad económica.
A pesar de ser uno de los estados menos poblados de Estados Unidos, Vermont juega un papel significativo en el panorama político nacional.
Sus tres delegados electorales, aunque comparativamente pequeños frente a otros estados más grandes, representan un voto importante en la contienda presidencial.
La próxima elección presidencial promete seguir reflejando el compromiso de Vermont con los valores progresistas y su lealtad al Partido Demócrata.