El presidente electo de EEUU, Donald Trump, ha anunciado el nombramiento de Elon Musk, multimillonario CEO de Tesla e impulsor de proyectos innovadores como SpaceX, y Vivek Ramaswamy, empresario y exaspirante presidencial republicano, como responsables del nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental.

Esta decisión, que busca temblar el sistema según las palabras de Musk, ha generado una ola de reacciones en la opinión pública y en los círculos políticos.

En un comunicado oficial, Trump destacó que este departamento ofrecerá asesoramiento estratégico desde fuera del gobierno, colaborando con la Casa Blanca y la Oficina de Administración y Presupuesto para implementar reformas profundas y adoptar un enfoque empresarial en la administración pública.

La meta es culminar esta transformación a más tardar el 4 de julio de 2026, coincidiendo con el 250 aniversario de la fundación de EEUU.

El nombramiento de Musk era un secreto a voces, pero la inclusión de Ramaswamy ha sorprendido a muchos.

Este empresario conocido por sus ideas radicales y su enfoque anti-establishment se perfila como un aliado estratégico para Trump en esta iniciativa audaz.

Esta es una oportunidad única para modernizar el gobierno federal, eliminar la burocracia innecesaria y mejorar la eficiencia con la que los recursos públicos son administrados, afirma John Smith, analista político de la Universidad de Harvard.

También existe preocupación sobre el impacto que estas reformas podrían tener en el personal civil y en las estructuras tradicionales del gobierno.

El anuncio se suma a una serie de nombramientos de Trump para su futura administración, entre los que destacan Pete Hegseth como nuevo secretario de Defensa, un ex presentador de Fox News con experiencia militar, y John Ratcliffe, exdirector de Inteligencia Nacional, al frente de la Agencia Central de Inteligencia (CIA).

El nombramiento de Mike Huckabee como embajador ante Israel consolida la intención del presidente electo de fortalecer los lazos entre ambos países.

Este movimiento coincide con la estrategia estadounidense en Medio Oriente, que busca combatir el terrorismo y enfrentar las amenazas provenientes de grupos como Hamás y Hezbolá.

En definitiva, la creación del Departamento de Eficiencia Gubernamental junto a los nombramientos realizados por Trump representan un cambio significativo en la política estadounidense.

Solo el tiempo dirá si estas medidas resultarán en una transformación positiva para el país o si se convertirán en una amenaza para el funcionamiento del gobierno tradicional.