El presidente español, Pedro Sánchez, mantuvo una conversación telefónica con el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, para expresarle sus felicitaciones por su victoria electoral.

En un comunicado posterior, Sánchez destacó la importancia del vínculo entre ambos países, enfatizando que España y Estados Unidos son socios, amigos y aliados estratégicos y que mantienen estrechas relaciones bilaterales.

El jefe del Ejecutivo español aseguró que seguirán trabajando conjuntamente para afrontar los desafíos globales, tal como lo había hecho durante la administración anterior.

No obstante, el tono de cautela presente en las declaraciones del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, sugiere que la nueva era Trump podría deparar cambios significativos en la relación transatlántica.

Albares se mostró prudente al comentar las posibles consecuencias de la victoria de Trump para España y la Unión Europea, recordando que el presidente electo había propuesto imponer aranceles a productos extranjeros durante su campaña electoral.

No me gusta hacer política ficción, afirmó Albares, Vamos a esperar a ver cuáles son sus primeras decisiones.

Expertos analizan que las posibles consecuencias del gobierno Trump para Europa e España abarcan desde la posibilidad de una reducción de la inversión estadounidense en la OTAN hasta la imposición de aranceles a productos europeos.

La relación diplomática entre ambos países podría experimentar un cambio en su fluidez, aunque no se prevé una ruptura total como la ocurrida con el gobierno argentino de Javier Milei.