En las afueras de Roma, durante las obras de construcción de una estación de servicio, se ha realizado un descubrimiento que ha sacudido al mundo arqueológico: un nuevo yacimiento etrusco.

Este hallazgo excepcional, situado en la Vía Cassia, una antigua arteria que conecta Roma con la Toscana, nos ofrece una ventana única a la rica historia de la región, abarcando desde la civilización etrusca hasta la época imperial romana.

Este descubrimiento es realmente significativo, afirma el profesor Marco Rossi, experto en arqueología etrusca de la Universidad La Sapienza.

No solo nos permite comprender mejor la vida cotidiana de los etruscos, sino que también ilumina las conexiones entre estas culturas pre-romanas y el desarrollo de Roma misma.

La Superintendencia Especial de Roma ha anunciado la apertura extraordinaria del yacimiento este domingo, permitiendo al público acceder a una parte única del pasado.

Entre los hallazgos más relevantes se encuentra una tumba etrusca del siglo VI a.C., que alberga un ajuar funerario compuesto por más de sesenta jarrones y cerámicas decoradas.

Esta pieza destaca la complejidad artística y ritualística de esta civilización, la cual fue una fuerza dominante en Italia central antes de la fundación de Roma.

De la tumba etrusca, las excavaciones han revelado restos de una villa agrícola romana del siglo I a.C., demostrando la continuidad de actividad humana en la zona durante la República y el Imperio.

También se ha descubierto una mansio, una estación de descanso para viajeros romanos, con una instalación termal y una calzada pavimentada, vestigios que nos transportan al bullicio de la antigua época romana.

Para facilitar la visita del público a este patrimonio histórico, la Superintendencia ha creado un recorrido peatonal dentro mismo de la estación de servicio.

Este innovador enfoque permite a los visitantes apreciar de cerca la tumba etrusca, una cámara subterránea, la calzada romana y un sistema de tuberías antiguo, ofreciendo una experiencia única que conecta el pasado con el presente.

Este descubrimiento no solo enriquece nuestro conocimiento sobre la historia antigua de Roma, sino que también destaca la importancia del diálogo entre la arqueología y los proyectos de desarrollo urbano.

Las obras de construcción, a veces, pueden revelar tesoros ocultos del pasado, recordándonos la riqueza histórica que se esconde bajo nuestros pies.