El Museo de Arqueología de Alta Montaña (MAAM), ubicado en el corazón de Salta, cumple dos décadas desde su inauguración el 19 de noviembre de 2004.

Este icónico espacio dedicado a la conservación y exhibición de los Niños del Llullaillaco ha trascendido fronteras, convirtiéndose en un referente internacional en arqueología y patrimonio cultural.

El MAAM alberga uno de los hallazgos arqueológicos más importantes de Sudamérica: las momias intactas de tres niños inmolados sacrificialmente al volcán Llullaillaco hace más de 500 años.

Gracias a un sistema de crioconservación de punta, implementado en el museo y desarrollado por ingenieros como Marcelo Bernaski y Mario Bernaski, los Niños se mantienen en perfectas condiciones.

El objetivo principal del proyecto fue preservar la integridad física de los niños para que las futuras generaciones puedan comprender su contexto cultural y histórico, explicó Bernaski.

La tecnología utilizada simula las condiciones climáticas de la cima del volcán, manteniendo la humedad y temperatura ideales para evitar el deterioro de los cuerpos.

La importancia del hallazgo radica no solo en su estado excepcional de preservación, sino también en la riqueza histórica que representan.

Los Niños del Llullaillaco nos brindan una ventana única al mundo precolombino, afirma Craig Morris, experto en antropología y arqueología.

Sus pertenencias, vestimentas y rituales asociados ofrecen valiosas pistas sobre las prácticas religiosas y sociales de los pueblos ancestrales.

El MAAM no solo se destaca por su colección única, sino también por la arquitectura del edificio que lo alberga.

La estructura original, construida en 1860, fue restaurada para preservar su valor histórico.La fachada ecléctica, con elementos neogóticos y clásicos, crea un contraste fascinante con el contenido moderno de sus salas.

El museo ha sido reconocido por instituciones nacionales e internacionales como TripAdvisor y el Premio Konex, atestiguando su impacto cultural y turístico.

La experiencia del MAAM trasciende la mera visita a un museo; es una inmersión en la historia de los Andes, que conmueve y genera reflexión sobre las culturas antiguas y sus vínculos con el presente.