Salta ofrece un sinfín de opciones para aquellos que buscan escapar del bullicio urbano y sumergirse en su patrimonio cultural, paisajes impresionantes y cálida hospitalidad.
Para este próximo fin de semana largo, tres destinos se destacan como imperdibles: Cafayate, Cachi y Salinas Grandes.
Cafayate, ubicado en los Valles Calchaquíes, seduce a quienes buscan una experiencia sensorial única.
Cafayate es un paraíso para los amantes del vino, afirma María Elena González, sommelier local.Su renombrado Torrontés, un vino blanco de exquisitez inigualable, se disfruta mejor en bodegas con vistas panorámicas de la Quebrada de las Conchas.
Estas formaciones rocosas esculpidas por el tiempo, como el Anfiteatro y Garganta del Diablo, ofrecen paisajes dignos de una postal.
Para aquellos que buscan un respiro en la tranquilidad, Cachi se presenta como una alternativa encantadora.
La belleza colonial de Cachi respira historia a cada paso, comenta Juan Pablo Fernández, historiador local.
Rodeado por el imponente Nevado de Cachi, este pueblo ofrece vistas panorámicas y la oportunidad de sumergirse en su rica cultura.
El camino hacia Cachi, atravesando la Cuesta del Obispo y el Parque Nacional Los Cardones, es una experiencia en sí misma, con paisajes que van desde montañas verdes hasta llanuras salpicadas por cactus gigantescos.
Por último, las Salinas Grandes, un desierto blanco ubicado entre Salta y Jujuy, cautiva a quienes buscan una conexión profunda con la naturaleza.
Las Salinas son un espectáculo mágico, afirma Sofía Martínez, fotógrafa especializada en paisajes.
Su vasta extensión de sal crea un escenario único para capturar imágenes impactantes, especialmente al amanecer o atardecer cuando los colores del cielo se reflejan en el suelo blanco.
Las Salinas ofrecen recorridos guiados y experiencias gastronómicas que incorporan ingredientes locales, una oportunidad para degustar la riqueza culinaria regional.