Un proyecto de ley impositivo que busca redefinir las reglas fiscales en el mercado inmobiliario está generando incertidumbre y debate en Santa Fe. La propuesta, con vigencia prevista para 2025, plantea un cambio significativo en la forma en que los propietarios pagan impuestos sobre sus alquileres.

Actualmente, aquellos que poseen hasta cinco propiedades en alquiler disfrutan de una exención total del impuesto.

No obstante, el nuevo proyecto busca vincular esta exención a la capacidad contributiva del propietario, estableciendo límites de ingresos anuales para acceder al beneficio.

La reforma busca lograr una mayor equidad en el sistema impositivo, asegurando que quienes generan mayores ganancias por alquileres también aporten de forma justa, explicó un experto en finanzas inmobiliarias.

Bajo la nueva normativa, los propietarios con ingresos anuales superiores a $24.000.000 para inmuebles urbanos y $50.000.000 para rurales perderían la exención total del impuesto.

Esta medida plantea una preocupación para muchos propietarios, quienes temen un aumento significativo en su carga fiscal.

La incertidumbre sobre el impacto real de esta reforma es grande, señaló un representante de una asociación de propietarios.

Es necesario analizar con detenimiento cómo se calculará la capacidad contributiva y qué consecuencias tendrá para los diferentes perfiles de propietarios.

De este cambio en las exenciones, la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) recientemente eliminó la obligación de registrar contratos de alquiler para viviendas.

Esta medida busca simplificar trámites y reducir la carga administrativa para los involucrados.Sin embargo, quienes decidan realizar el registro podrán acceder a beneficios impositivos.

Monotributistas que alquilan hasta dos propiedades también tendrán un alivio fiscal: quedarán exentos del pago total del impuesto sobre las ganancias provenientes de estas rentas.

El impacto emocional de este cambio en la normativa tributaria es considerable para muchos propietarios.

La incertidumbre generada por la reforma, junto con el posible aumento en sus obligaciones fiscales, genera una sensación de ansiedad y preocupación.