La multinacional mendocina IMPSA se encuentra en un punto crítico, enfrentando una profunda crisis financiera que ha llevado a la empresa al borde del colapso.

A pesar de haber iniciado el año 2024 con un patrimonio neto positivo de $37.640.751.000, las últimas nueve meses han sido devastadores, culminando en un saldo negativo de $18.993.803.000, según los estados financieros presentados ante la Comisión Nacional de Valores (CNV).

Esta situación ha puesto en jaque su futuro y ha generado incertidumbre sobre el proceso de privatización que se encuentra en curso.

Las pérdidas acumuladas por IMPSA ascienden a $56.634.554.000, un monto exorbitante que ha sido atribuido principalmente a los costos financieros (representando el 40% del total) y al impacto del Impuesto a las Ganancias, incluyendo pagos diferidos que alcanzan los $36.677.619.000.

El contexto macroeconómico desfavorable, con una devaluación del 20,04 en nueve meses y una inflación acumulada del 101,64% según el INDEC, ha agravado la situación.

Fabián DAiello, responsable de Relaciones con el Mercado de IMPSA, explicó que la enorme dispersión de variables económicas impactó de manera negativa y muy significativa en el cálculo del ajuste por inflación impositivo en la provisión del impuesto a las ganancias y, por lo tanto, sobre el monto del rubro Pasivo por impuesto diferido.

A pesar de esta sombría realidad, se mantienen esperanzas de que la situación pueda revertirse.DAiello señaló que de revertirse esta ecuación en los próximos meses, podría también revertirse el patrimonio neto negativo registrado al 30 de septiembre, sin perjuicio de las restantes circunstancias que podrían contribuir a revertir dicha situación.

La privatización, impulsada por el gobierno de Javier Milei, se presenta como una posible solución para IMPSA. La empresa estadounidense ARC Energy ha formalizado su oferta y es la única candidata en carrera para adquirir el 84,9% del capital hoy en manos del Estado nacional y la provincia de Mendoza.

La situación financiera actual de IMPSA plantea interrogantes sobre la viabilidad de la operación.

Se espera que ARC Energy concrete su promesa de capitalización no inferior a US$25.000.000 una vez finalizada la venta.

Se barajan alternativas financieras para mitigar la crisis, incluyendo la búsqueda de asistencia por parte de los principales accionistas o la implementación de otras soluciones disponibles en el mercado.

El futuro de IMPSA pende de un hilo y la decisión final de la Comisión Evaluadora de la licitación será crucial para determinar su destino.