El panorama económico de Salta presenta una compleja mezcla de señales contradictorias. Si bien algunos sectores exhiben signos de recuperación, otros enfrentan desafíos significativos en el contexto de un año marcado por la alta inflación, la caída del consumo y el aumento de la pobreza a nivel nacional.
Según el análisis del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL), dirigido en Salta por el economista Lucas Dapena, el mercado inmobiliario local ha mostrado un leve repunte.
El número de transacciones de compraventa se incrementó durante los primeros nueve meses del año, alcanzando 3.668 operaciones, lo que representa un aumento del 1,9% respecto al mismo período del año anterior.
No obstante, este crecimiento nominal es considerablemente influenciado por la inflación.En términos reales, el incremento fue del 66,8%.
Este optimismo en el sector inmobiliario se contrasta con la situación del consumo.A pesar de un aumento nominal en las ventas acumuladas en los supermercados, ajustadas por inflación, estas cayeron un 11,9% durante los primeros ocho meses del año.
El encarecimiento de los precios ha impactado directamente el poder adquisitivo de los hogares salteños, limitando su capacidad de compra.
El sector turístico también experimenta una disminución preocupante.En los primeros ocho meses del año, Salta recibió un 26,3% menos turistas en comparación con el mismo periodo del año anterior.
La ocupación hotelera se redujo al 34,8%, reflejando la debilidad del turismo como motor económico.
La economía informal y el desempleo persisten como serias preocupaciones. En el segundo trimestre de 2024, la tasa de actividad en Gran Salta fue del 45,5%, inferior a la media nacional.
La tasa de empleo se ubicó en el 43%, mientras que la desocupación subió al 5,5%.
El mercado de vehículos también registra una caída notable.
Patentamientos de autos disminuyeron un 31% en los primeros nueve meses del año, liderados por Salta y Tucumán.
La caída en las motocicletas fue del 31,4%, con Jujuy registrando la mayor baja (42,7%).
El informe del IERAL concluye que a pesar de algunos indicios positivos en sectores como el inmobiliario, la economía del NOA sigue enfrentando desafíos importantes.
La persistente inflación, la caída del consumo y la debilidad laboral son factores que inciden negativamente en el crecimiento sostenido de Salta.
Es crucial que las autoridades implementen políticas que promuevan el empleo formal, controlen la inflación y fomenten la inversión para generar un crecimiento económico inclusivo que beneficie a toda la sociedad, afirma Dapena.
Las próximas semanas serán claves para determinar el rumbo de la economía salteña. La evolución de la inflación, el comportamiento del consumo y las decisiones de los inversores marcarán el escenario para los próximos meses.