Un ex empleado bancario italiano está siendo investigado por acceder ilegalmente a más de 6.000 cuentas bancarias, incluyendo las del primer ministro Giorgia Meloni y otras figuras prominentes como políticos, deportistas y celebridades.

Vincenzo Coviello, de 52 años, trabajó para el banco Intesa Sanpaolo hasta su despido en agosto pasado.

La investigación se centra en un período que abarca desde febrero de 2022 hasta abril de 2023, cuando la red de seguridad cibernética del banco detectó anomalías en el sistema.

Coviello admitió haber accedido a las cuentas y afirmó que lo hizo por curiosidad.En una carta enviada al banco antes de su despido, escribió: Lamento lo sucedido y pido disculpas al banco, a todos mis compañeros, a los clientes, consciente de que me equivoqué pero al mismo tiempo seguro de que los datos que vi no solo no fueron cedidos a terceros sino que obviamente no están en mi memoria.

Las autoridades investigan a Coviello por acceso abusivo a sistemas informáticos, intento de obtención de información sensible para la seguridad del Estado, violación de la privacidad y secreto de datos.

De Meloni, las cuentas de otros seis ex primeros ministros también fueron objeto de acceso no autorizado: Mario Draghi, Enrico Letta, Matteo Renzi, Silvio Berlusconi, Massimo DAlema y Giuliano Amato.

La noticia ha generado una gran controversia en Italia, con la primera ministra expresando su preocupación por el caso.

Espero claramente que la justicia nos dé una explicación en algún momento, declaró Meloni en una entrevista televisiva.

Soy la persona más vigilada de Italia.Mi vida ha sido escaneada y no se ha encontrado nada.Quizá por eso estoy tan fichada, añadió, insinuando posibles motivaciones políticas detrás del incidente.

Creo que hay funcionarios, empleados públicos y privados, que se llevan ilegalmente información y la venden en el mercado.

¿A quién?Esa es la respuesta que estamos esperando, afirmó Meloni.
Este caso pone de manifiesto las vulnerabilidades dentro del sistema financiero y las posibles consecuencias devastadoras para la privacidad de individuos cuando se violan las normas de seguridad cibernética.