Las Fuerzas Armadas taiwanesas se encuentran en estado de máxima alerta tras el anuncio por parte de Pekín sobre una nueva oleada de maniobras militares alrededor de la isla.

El Ministerio de Defensa Nacional (MDN) de Taiwán ha expresado su condena ante las acciones provocativas e irracionales de China, calificándolas como un aumento en la tensión y un ataque a la paz y estabilidad en el estrecho que separa ambas naciones.

En respuesta a estas maniobras, el MDN ha afirmado la firme voluntad del país de prepararse para la guerra sin buscarla, enfrentarla sin evitarla.

Se refuerzan las capacidades disuasivas y se profundiza el patriotismo entre los soldados, con el objetivo de construir una fuerza militar confiable y resiliente capaz de garantizar la seguridad nacional.

Las maniobras chinas, denominadas Joint Sword2024B, simulan un bloqueo y toma de control de puertos y áreas clave de Taiwán, además de ataques contra objetivos navales y terrestres.

Se trata del segundo ejercicio militar de este tipo realizado por el Ejército chino tras la toma de posesión del presidente taiwanés, William Lai, el pasado 20 de mayo.

Estas maniobras se producen cuatro días después de que Lai reiterara durante la celebración del Día Nacional taiwanés que la República de China (nombre oficial de Taiwán) y la República Popular China no están subordinadas entre sí y que Pekín no tiene derecho a representar a Taiwán.

El presidente Lai, considerado un independentista por las autoridades chinas, también expresó su disposición a trabajar con China para abordar el cambio climático, prevenir enfermedades infecciosas y mantener la seguridad regional.

El MDN taiwanés ha calificado de infundadas las acusaciones de provocación china, destacando que el discurso de Lai abogaba por una futura cooperación entre ambos lados del Estrecho para buscar juntos la paz y la prosperidad de la región.

Funcionarios de seguridad nacional taiwaneses advertían desde principios de la semana pasada sobre la posibilidad de que China lanzara maniobras militares alrededor de la isla, utilizando como pretexto las declaraciones de Lai por el Día Nacional, una fecha tradicionalmente empleada por los presidentes taiwaneses para dirigirse a la población y mostrar su posicionamiento respecto a Pekín.

Las últimas maniobras militares chinas han generado un clima de incertidumbre y preocupación en Taiwán.

El impacto emocional es significativo para la población, que vive con el temor constante de una escalada de tensiones hacia un conflicto armado.