En un esfuerzo para combatir la creciente ola de criminalidad que azota Ecuador, las Fuerzas Armadas del país iniciaron el proceso de incorporación de armas previamente confiscadas a organizaciones criminales.

La ceremonia, celebrada en la Base Naval San Eduardo de Guayaquil, contó con la presencia del presidente Daniel Noboa, quien instó a los militares a utilizar estas armas con determinación contra los narcoterroristas y los delincuentes.

La medida, aprobada en abril mediante un referéndum como parte de las reformas impulsadas por el gobierno para fortalecer la lucha contra el crimen organizado, permite a las fuerzas de seguridad emplear este armamento legítimamente en defensa propia o para proteger a la población.

Estas armas confiscadas a las bandas criminales deben ser empleadas con el respaldo de la ley para el uso progresivo y legítimo de la fuerza, enfatizó Noboa durante la ceremonia.

El jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas de Ecuador, Jaime Vela, detalló que las armas recibidas provienen de un operativo naval realizado en noviembre pasado en las Islas Galápagos.

Durante este operativo, se interceptó una lancha cargada con 122 fusiles de asalto, 48 pistolas y 124 cargadores de diferentes tipos.

Este evento se suma al constante esfuerzo realizado por las fuerzas de seguridad para combatir el narcotráfico y la violencia que han convertido a Ecuador en el país de Latinoamérica con mayor índice de homicidios per cápita, con una tasa de 47,2 por cada 100,000 habitantes en 2023.

Desde mayo pasado, la Fuerza Investigativa Anticriminal ha incautado 1.154 armas de fuego y 25.442 cartuchos, según datos oficiales.

La escalada del crimen organizado ha llevado al presidente Noboa a declarar una guerra contra el narcotráfico elevando la lucha contra estas organizaciones a la categoría de conflicto armado interno.

El gobierno también ha implementado un estado de excepción que incluye la militarización de las cárceles controladas por grupos criminales, buscando así controlar la violencia y restablecer el orden en el país.