La reforma de la Ley General de Telecomunicaciones, vigente desde junio del año pasado, buscaba frenar las llamadas no deseadas que asfixian a los consumidores españoles.
Si bien la normativa establece horarios limitados para estas llamadas y exige la identificación del emisor, el problema persiste.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) estima que nueve de cada diez españoles recibió al menos una llamada comercial no deseada en septiembre.
Esta cifra evidencia la ineficacia actual del marco legal.
A pesar de la regulación, las llamadas spam siguen siendo una problemática recurrente, afirma un portavoz de la OCU. La gente se siente acosada y vulnerada por esta práctica.
Para combatir este fenómeno, la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) recomienda grabar las llamadas no deseadas como prueba para futuras denuncias.
La OCU aclara que existen casos en los que las llamadas publicitarias están permitidas, como cuando el consumidor ha sido cliente reciente o ha dado su consentimiento explícito.
Las llamadas fuera del horario establecido por la ley o sin previa autorización son claramente ilegales.
El estudio de la OCU revela que el 18% de los consumidores no logran identificar al emisor de las llamadas recibidas y un 72% de quienes recuerdan la marca asegura no haber sido clientes recientemente.
Algunas de las empresas que figuran en las denuncias por llamadas spam son Vodafone, Jezztel, Endesa, Iberdrola y Orange.
Aunque existen herramientas para bloquear números o identificar llamadas comerciales, como Simpler Dialer en dispositivos Miui o la función Spam en iPhone, estas no siempre resultan eficaces frente a la constante proliferación de nuevas líneas telefónicas utilizadas para el spam.
Para evitar este acoso, los expertos recomiendan prestar atención a las casillas que se marcan al rellenar formularios online, pedir la identificación del emisor y verificar si cuentan con autorización para realizar la llamada.