El creciente apetito energético de la Inteligencia Artificial (IA) está impulsando un nuevo interés en las fuentes de energía tradicionales como la nuclear.
Google, gigante tecnológico con ambiciones globales, se ha unido a esta tendencia al anunciar una histórica asociación con Kairos Power, empresa especializada en reactores nucleares pequeños (SMR).
Este acuerdo pionero implica la compra de energía generada por los SMR de Kairos Power para alimentar las operaciones de Google, incluyendo sus oficinas, centros de datos y, crucialmente, los sistemas que alimentan el desarrollo y funcionamiento de la IA.
La red eléctrica necesita nuevas fuentes de electricidad para apoyar las tecnologías de IA, afirma Michael Terrell, director senior de energía y clima de Google.
La compañía busca satisfacer sus propias necesidades energéticas, pero también aspira a democratizar el acceso a una energía nuclear limpia y asequible para comunidades más allá de sus propias operaciones.
El acuerdo entre ambas empresas marca un punto de inflexión en la industria energética, convirtiéndose en el primer contrato corporativo del mundo para la compra de energía nuclear.
Google planea implementar los primeros SMR de Kairos Power para 2030, con un objetivo de alcanzar hasta 500 MW de nueva energía libre de carbono para las redes eléctricas estadounidenses a partir de 2035.
Estos pequeños reactores, que generan un tercio de la potencia de los modelos tradicionales, ofrecen una alternativa atractiva en el contexto del creciente consumo energético asociado a la IA. La IA está impulsando un aumento significativo de la cantidad de centros de datos y energía que se requieren en la red, explica Kevin Miller, vicepresidente de centros de datos globales de Amazon Web Services.
La Agencia Internacional de la Energía estima que el consumo total de electricidad de los centros de datos podría alcanzar más de 1.000 teravatios hora en 2026, un aumento considerable respecto a 2022.
Este panorama energético ha llevado a otras empresas tecnológicas como Amazon y Microsoft a explorar soluciones nucleares para satisfacer sus propias demandas de energía.
Amazon ha anunciado la adquisición de un centro de datos nuclear en Pensilvania y está explorando la posibilidad de instalar un SMR cerca de la central nuclear de North Anna, Virginia.
Microsoft ha llegado a un acuerdo para reanudar las operaciones en la central energética de Three Mile Island, cerca de Harrisburg, lugar del peor accidente nuclear de Estados Unidos en 1979.
Kathryn Huff, ex subsecretaria de Energía Nuclear de EE UU y actual profesora asociada de la Universidad de Illinois UrbanaChampaign, advierte sobre los riesgos potenciales si no se añade nueva energía limpia a medida que se desarrollan los centros de datos: Si no se añade nueva energía limpia, el país corre el riesgo de oscurecer la red, es decir, de incluir más energía que no proceda de fuentes limpias.
El interés renovado por la energía nuclear refleja una búsqueda global para equilibrar el crecimiento tecnológico con la sostenibilidad ambiental.
La IA, mientras revoluciona diversos sectores, exige una fuente de energía confiable y limpia, y la energía nuclear se posiciona como una alternativa viable en este contexto cambiante.