El comercio en las provincias de Orán y San Martín atraviesa una aguda crisis, con un descenso del 50% en sus ventas debido a la proliferación del contrabando proveniente de Bolivia.

Esta situación, calificada por los líderes del sector como desastrosa, pone en riesgo centenares de puestos de trabajo y genera preocupación por el futuro económico regional.

El contrabando no solo afecta a los comerciantes legales, sino que también amenaza la sostenibilidad de pequeños y medianos emprendimientos que generan empleos genuinos, señaló Ariel Zablouk, presidente de la Cámara de Comercio de Orán, en declaraciones para Radio Salta.

Zablouk subrayó la desleal competencia: Mientras los comercios formales cargan con una carga impositiva del 47% y altos costos operativos como alquileres, servicios y salarios, el contrabando vende productos a mitad de precio y también en cuotas.

El comercio formal enfrenta un desafío abrumador ante la entrada masiva de mercancías desde Bolivia a través de pasos alternativos sin controles aduaneros.

Esta situación se agrava por la proliferación de tours de compras, que importan productos sin ningún control de calidad ni pago de impuestos, afectando directamente a los comerciantes que cumplen con las normativas vigentes.

La crisis se extiende a diversos sectores: zapaterías, comercios de indumentaria, tecnología, electrodomésticos y alimentos son solo algunos ejemplos del impacto devastador que ejerce el contrabando en la economía local.

Los productos más afectados son electrodomésticos, tecnología, textiles, calzado e indumentaria, que llegan desde Bolivia a precios irrisorios, imposibilitando la competencia legítima.

Las Cámaras de Comercio alertan sobre las graves consecuencias para el desarrollo regional y la recaudación fiscal del Estado.

La disminución en los ingresos impositivos amenaza la inversión en servicios esenciales como salud y educación, perjudicando a toda la población.

Necesitamos que el Gobierno y los legisladores atiendan esta crisis de manera prioritaria.Si no se toman medidas inmediatas, el comercio formal podría colapsar, llevándose consigo cientos de empleos y debilitando aún más la economía regional, advirtió Zablouk.

Ante este panorama sombrío, las Cámaras de Comercio exigen acciones contundentes por parte de los gobiernos locales, provinciales y nacionales para combatir el contrabando y proteger el comercio formal.

Se solicitan refuerzos en los controles fronterizos, la implementación de políticas que protejan a los comerciantes que operan legalmente y un compromiso firme con el desarrollo económico sostenible de la región.