Según la investigación, Musk habría operado sin autorización para trabajar en Estados Unidos durante el inicio de su carrera emprendedora.

El documento expone que, a pesar de haber llegado a Palo Alto con la intención de cursar un programa de posgrado en la Universidad de Stanford, Musk nunca se matriculó formalmente en cursos.

En cambio, dedicó su tiempo a desarrollar su empresa, la que finalmente se convertiría en Zip2, adquirida por 300 millones de dólares en 1999.

Este hecho, según expertos legales consultados por el medio estadounidense, habría significado una violación de las leyes de inmigración en vigor en esa época.

Al no cumplir con los requisitos académicos de su visado, Musk debería haber abandonado el país.
Si bien la extensión del periodo de permanencia en EE.UU. con un visado de estudiante sin matricularse puede ser común, la prolongación de la estancia en esas condiciones sigue siendo un delito, señalan desde el diario.

A pesar de las graves acusaciones, ni Musk ni su representación legal han emitido declaraciones sobre el asunto.

La polémica información ha generado una ola de debate y cuestionamientos sobre la ética empresarial del magnate tecnológico.