El expresidente de Bolivia, Evo Morales, denunció un ataque armado en contra del vehículo que lo trasladaba a su programa radial habitual.

Según Morales, el incidente se produjo en horas tempranas cerca de Villa Tunari y Lauca Ñ, donde dos camionetas con desconocidos le persiguieron durante varios kilómetros.

Durante la persecución, el vehículo de Morales recibió al menos 14 disparos, resultando herido el chofer en la cabeza.

Felizmente salvamos la vida, declaró Morales a la radio Kawsachun Coca.El exmandatario aseguró que observó la presencia de dos o tres camionetas que lo seguían desde hacía un tiempo, y que su chofer intentó desviar el trayecto para evitar una confrontación, pero la persecución no cesó.

Ahí me di cuenta que era un operativo, relató Morales.
Un video filmado por una mujer que acompañaba a Morales muestra parte del incidente: se observa cómo los ocupantes del vehículo le gritan Agachate presi, agachate presi mientras el exgobernante intenta contactar con las autoridades.

En un momento del video, se escucha el sonido de disparos y la voz de Morales alertando a los comuneros que les han disparado, pidiéndoles bloquear el camino para evitar que sus perseguidores escaparan.

Morales responsabilizó al gobierno del presidente Luis Arce por este ataque, afirmando que se ha cumplido el plan de intentar matarme después de que los intentos de destrozarlo políticamente y procesarlo judicialmente no hayan prosperado.

Este incidente se produce en un momento de tensión política en Bolivia, donde los seguidores de Morales mantienen un bloqueo indefinido de caminos desde hace dos semanas, exigiendo la retirada de procesos judiciales contra el expresidente por trata de personas y estupro, que consideran parte de una persecución política.

Exigen soluciones a problemas económicos como el encarecimiento de alimentos, la falta de dólares y la irregular provisión de combustibles.

La Cancillería boliviana ha denunciado ante la comunidad internacional que estas protestas lideradas por Morales pretenden interrumpir el orden democrático y afectar la estabilidad en la región suramericana.

Por su parte, el presidente Luis Arce ha relevado al alto mando militar con la misión de preservar el orden interno del país y la democracia.